Arquitectura Forense: edificios como sensores políticos, materialización y mediatización

En una imagen convergen miradas, gestos y pensamientos. Miradas sutiles o desgarradoras; gestos delicados o brutales; pensamientos verdaderos o falsos. No existen imágenes puras. Las imágenes son manipulaciones de la mano del hombre, aún cuando tan sólo se trate de articular un dispositivo mecánico. Ante una imagen, lo importante es saber ¿cómo opera esa manipulación, con qué fines? Ante una imagen surgen un sin fin de interrogantes y problemáticas donde ya no es posible una estética contemplativo, sino más bien una estética investigativa que cuestiona lo impensado y lo indecible a través del arte.

Bajo esta premisa surge Forensic Architecture, un grupo interdisciplinario con base en la Universidad de Londres, donde interactúan investigadores, artistas, cineastas, científicos, periodistas y abogados. Una constelación problemática que aporta una idea distinta de la estética donde las imágenes trazan nuevas coordenadas del arte, la historia, la política y lo social.

Forensic Architecture promueve una nueva modalidad de práctica investigativa denominada "arquitectura forense", la cual utiliza la arquitectura como herramienta metodológica, así como otras fuentes probatorias como medios digitales, redes sociales, sensores remotos, investigaciones materiales y testimonios presenciales para investigar violaciones a los derechos humanos, crímenes de Estado, conflictos armados o la destrucción del medio ambiente.

"Que "produzcamos" nuestros hechos no significa que nos los inventemos."

Forensic Architecture persigue geolocalizar, sincronizar e inscribir datos imagénicos dentro de maquetas arquitectónicas, transformando la arquitectura en una práctica investigativa, en un modo arqueológico de indagación probatorio de los episodios polémicos mediante su materialización espacial.

"Al usar la palabra forense, tratamos de revertir la mirada forense e investigar los mismos organismos estatales —como la policía o el ejército— que suelen monopolizarla."

En la serie de investigaciones que realiza, Forensic Architecture despliega un pensamiento infraestructural al examinar cómo se produce tecnológica, arquitectónica y estéticamente la verdad pública, confrontando los secretos y denunciando nuevas formas de violencia de Estado. Así, en el análisis espacial del ataque de drones estadounidenses que tuvo lugar el 30 de marzo de 2012 en el norte de Waziristán, la zona fronteriza entre Pakistán y Afganistán, somos testigos de imágenes fragmentarias, imágenes clandestinas que muestra que las ruinas son una superficie de memoria que tienen una historia que contar. La reconstrucción de los hechos cuestiona y problematiza los hechos del pasado, revelando que detrás de las imágenes existe una posverdad que refleja la violencia e injusticia del mundo actual.

Ante el vacío de las imágenes, Forensic Architecture produce archivos de pruebas por medio de peritajes, maquetas, animaciones, análisis de videos y cartografías interactivas. Una nueva óptica de lo forense que transgrede los límites y procedimientos judiciales, situando el arte no sólo en el museo, sino también en las cortes internacionales, las comisiones de verdad, los tribunales civiles y, los foros políticos y militares.

"… situar los sucesos en su contexto histórico e ir sacando de los detalles microfísicas los hilos más largos —procesos políticos, acontecimientos y relaciones sociales, conjunciones de actores y de prácticas, estructuras y tecnologías— para conectarlos de nuevo con el mundo que los ha hecho posibles."

Forensic Architecture nos sumerge en una estética investigativa que lleva las sensaciones hasta el límite del enojo, la rabia, la impotencia y la indignación ante los crímenes perpetrados contra la humanidad y la naturaleza. Cuestionamiento de las imágenes que despliega otras formas de pensar donde es posible cuestionarse ¿qué es lo humano?¿qué son los derechos? Un enfoque que, a lo largo de la exposición, amplía la noción de lo crítico y lo lleva al marco analítico de lo investigativo.

Una perspectiva antinihilista y un impulso materialista que combina acción, pasión y pensamiento determinan la ética y la estética de esta exposición. Forensic Architecture arranca un gesto sorpresivo a partir del cual surgen imágenes del mundo que llevan a asumir un compromiso de colaboración y convergencia entre disciplinas.

"Si el marco analítico de Forensic Architecture es fundamental es principalmente por dos motivos: porque la guerra ha devenido un fenómeno urbano —la mayor parte de los conflictos contemporáneos tienen lugar en ciudades—, y porque la violencia del Estado no solo apunta a las personas y a las cosas, sino también a las pruebas de que ha habido violación de derechos."

Cuando se está frente a un contenido verdadero es inevitable reflexionar en torno a la estrecha relación entre imagen y violencia, ya que la imagen es un objeto técnico, legal, histórico.

"Como arquitectos, investigadores y activistas, vemos los edificios como sensores políticos, y la política como un proceso de materialización y mediatización. "

Una verdadera crítica de las imágenes no puede llevarse a cabo sin el uso, la practica y la producción de imágenes críticas. Para criticar la violencia hay que describirla, desmontarla y volverla a montar desde nuevas perspectivas. Forensic Architecture articula un montaje crítico de las imágenes que busca denunciar la violencia del mundo, cuestionar la tecnología, la historia y la ley, abriendo un espacio de protesta y una discusión político estética.

Forensic Architecture construye otras imágenes a partir de las cuales se establecen otras relaciones entre las cosas que en apariencia eran antagónicas, desmantelando las defensas, las protecciones y los prejuicios.

La exposición, Forensic Architecture: hacía una estética investigativa es una evolución de FORENSIS (Haus der Kulturen der Welt, Berlín, 2014; Fundación PROA, Buenos Aires, 2015). Para aquellos que estén en Barcelona, esta exposición se presenta en el MACBA (Museu d'Art Contemporani de Barcelona) hasta el 15 de octubre, luego estará en el MUAC (Museo Universitario Arte Contemporáneo de la Universidad Nacional Autónoma de México), en Ciudad de México del 9 de septiembre de 2017 y hasta el 7 de enero de 2018.

Si quieres saber más de este proyecto mira aquí.

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