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La delicadeza del cuerpo

La belleza interna del cuerpo humano en fotografías anatómicas

Una fotógrafa retrata partes muertas del cuerpo humano para atacar su miedo a la muerte.

No obstante que tendemos a pensar que la belleza interna es algo espiritual, algo definido por el alma y esencia de una persona, la artista basada en Londres Mia-Jane Harris lo toma literal, fotografiando partes del cuerpo humano inertes exhibidas en varios museos y colecciones. El proyecto de Harris, titulado Beautiful Corpses (Cadáveres Hermosos), documenta restos humanos, trayendo atención al detalle y belleza de nuestra composición interna. "Mi arte profundiza en lo curioso, interminablemente extraño y mórbidamente hermoso. Busco intrigar al espectador y jalarlo a mi mundo con objetos extraños para manipular sus emociones en tanto el tema de la mortalidad", ella cuenta a Creators.

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El trabajo de Harris no sólo captura delicadas texturas, patrones y capas internas de la forma humana, su obra critica nuestros sentimientos hacia la muerte y nos reta a pensar el aplastante "abismo" que nos espera. Harris cree que utilizando y comprendiendo cómo preservar partes humanas ella siente control sobre su propia muerte. Como resultado, ella reta la inevitabilidad de la desaparición humana después de la muerte por medio de convertir sus miedos en fascinación y luego en preservación artística. "Doy una segunda vida, una resurrección creativa al muerto con la esperanza de que en cambio de esto, ellos me ayuden a vivir a través de estas creaciones cuando ya no esté".

Por muchos años, Harris ha sido voluntaria en varios museos médicos y morgues, cosa que inevitablemente la inspiró y formó su dirección creativa. "Estar cerca de la muerte en mi vida diaria me ayudó a nulificar mi miedo a ella y verlo como algo normal", dice Harris. No obstante que normalmente no está permitido fotografiar los cadáveres en las morgues, por respeto al difunto y sus familiares, Harris tiene permiso de ilustrar y dibujar a los individuos después de un par de días o meses de su muerte.

"La intimidad de estos dibujos, sentada tan cerca y viendo tan cuidadosamente a los cuerpos frente a mí, me hizo querer romper más con el tabú de ver la muerte tan de cerca", dice Harris. Para esta serie, Harris fotografió los órganos de gente que vivió en la era victoriana – en su gran mayoría corazones, vientres y tejido intestinal de entre 100 y 200 años de edad preservados en formaldehído. Como resultado del proceso de preservación victoriano –la limpieza del tejido humano– el trabajo de Harris captura una estética extraterrestre de los órganos: sus cavidades azuladas y moradas, que se asemeja al jaspeado encontrado en piedras naturales.

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La mortalidad fascina a Harris, en particular el miedo de su propio fallecimiento. "Hubieron complicaciones cuando nací que resultaron en nacer muerta, y la resucitación me dejó con Erb's Palsy y parálisis parcial y un anormal crecimiento de mi brazo derecho, así que siempre he tenido fascinación con lo mórbido y anómalo". El trabajo de Harris explora maneras de ayudar a otros a encontrar la muerte y pérdida menos complicada. Busca dar una luz diferente sobre las colecciones médicas e interpretarlas de una manera nueva y moderna.

"Los museos tienen miles de secciones de cadáveres humanos y especímenes que son usados para el estudio e investigación científica. Son vistos todos los días para el aprendizaje, pero por sus contenedores sucios y aburridos rodeados de miles de personas, pierden parte de su encanto. La gente se enfoca mucho en lo que son y no en la belleza que tienen", explica la artista. "Quiero quitar los alrededores científicos, el paisaje educativo, el polvo, y los libros para dejar únicamente a los objetos; enfocándome en los patrones y colores de los tejidos en vez de qué era cada espécimen".

Para ver más obras de Harris, haz click aquí. Para seguirla en Instagram, click aquí.

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