Un estudio científico confirma que hacer arte quita el estrés

Buenas noticias para los que hacen terribles dibujillos: un nuevo estudio dice que hacer arte, sin importar tus capacidades, es bueno para olvidar el estrés.

Sabemos que hacer arte reduce las hormonas relacionadas con el estrés, pero un equipo de enfermería y profesionales de la salud del Drexel College, querían investigar si ayudaba más a los profesionales que a los simples mortales. Investigadores, liderados por la artista y profesora asistente Girija Kaimal, le dieron a 39 adultos sanos (de los cuales menos de la mitad habían tenido algún tipo de experiencia haciendo arte) marcadores, papel, barro, materiales de dibujo y 45 minutos, sin instrucción alguna. Midieron, antes y después de su tiempo libre, la saliva de los sujetos por cortisol, es decir, “la hormona del estrés,” y encontraron niveles reducidos en el 75% de los casos. No había correlación alguna entre experiencia y estrés, cosa que Kaimal admite, “no fue sorprendente.”

 “Esa es la idea de la terapia artística: Todos somos creativos y podemos ser expresivos en las artes visuales cuando se trabaja en un ambiente de apoyo,” continúa. “Dicho eso, sí esperaba que los efectos pudieran ser más fuertes en aquellos que tuvieran experiencia previa.” Después del experimento, un sujeto reportó, “Fue muy relajante. Después de cinco minutos, me sentí menos ansioso. Fui capaz de obsesionarme menos sobre cosas que no había hecho o necesitaba acabar. Hacer arte me ayudó a poner las cosas en perspectiva.”

El estudio, titulado “Reducción de los Niveles de Cortisol y Respuestas de los Participantes Después de Hacer Arte” fue publicado en Art Therapy, una revista académica dedicada a estudiar las propiedades curadoras del arte. No estamos aquí para juzgar si el arte es bueno o malo, pero después de observar un par de ejemplos del trabajo producido durante el experimento de Kaimal, hay definitivamente un rango de práctica y esfuerzo. Es reconfortante saber que cada uno de los trabajos fueron potencialmente suavizados por sus creadores. El primer señalamiento es que, sin importar si eres un reo o una bailarina de ballet, deja de estresarte por hacer “arte feo” y ponte a hacer algo.

Puedes leer el estudio completo aquí.

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