El artista urbano Douglas Hoekzema, mejor conocido como Hoxxoh, está convirtiendo los espacios públicos de su ciudad, Miami, y a donde sea que se encuentre en gigantescos portales que llevan a otros mundos, pero todo sin salir de nuestra, cabeza. Verlos, es como si la mirada fuera atrapada como la luz en un hoyo negro; simplemente es imposible escapar.Los trazos increíblemente meticulosos trazados con aerosol, generan un puente entre lo frío de lo desconocido y el calor y vida del color. El detalle de cada mural es sublime y muestra cómo es posible, a través del arte y el genio humano, explorar los límites y alcances de una experiencia estética."Hoxxoh busca mostrarnos una manera diferente de ver el tiempo a través de explorar su tela originaria", escribe Andrew Leshin. "Su obra crea una fundación y aproximación a evaluar y apreciar el tiempo. La oscilación del péndulo pinta el tiempo por medio de la fuerza natural gravitacional"."Expresando cómo podemos ser tirados en una dirección, cuando nosotros, en realidad, deberíamos ir hacia el lugar opuesto. Como la inercia que da un sentido falso de control", la relevancia estética de lo que Hoxxoh hace, lleva sin poder retenerse, a un catarsis estético que, desde una opinión sumamente subjetiva, muy pocos artistas urbanos logran. A diferencia de otros artistas de dicha categoría o manera de expresarse, Hoxxoh resalta por una falta de narrativa que cuenta la historia más cargada de contenido: la autopercepción pura.Si quieres conocer más obras del artista, visita su sitio y síguelo en Instagram.Relacionados:2 Gemelos retratan la percepción y el paso del tiempo de forma futuristaLos Crews: Amos de la calle | Crónicas UrbanasLa naturaleza del transhumanismo en los robots steampunk de Pixel Pancho
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