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crítica bordada

Esta mexicana interviene fotografías con coloridos bordados y las pega en la calle

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Imagen vía Instagram.

¿Qué pueden tener en común la reina Isabel, Yoko Ono, Frida Kahlo y la activista Dolores Huerta? En la mente de Victoria Villasana, los rostros de estas mujeres que han dejado huella en el mundo son la materia prima de una obra de arte que cobra vida en la calle. Lo que hace esta artista que tiene encantados a miles de seguidores en Instagram son piezas entre el paste-up y el yarnbombing: fotografías intervenidas o bordadas con estambres de color que luego pega en la calle o monta en cuadros.

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Victoria nació en Guadalajara y a los 20 años decidió ir a probar suerte en Londres, donde terminó viviendo 12 años, estudió diseño, arte y trabajó en moda. Parece que todo lo que ha vivido la ha llevado en esta dirección, hasta este momento en el que se dedica a vivir de algo creativo y que le apasiona. Durante varios años trabajó de lleno en el mundo de la moda, como stylist y bloguera. Mientras, mantenía un pasatiempo de bordado con recortes de revistas que solo habitaba el armario de su casa. Hasta que un día, el destino le mostró una idea que cambió todo.

"Me acuerdo, era un domingo y salí a comprar leche. Y en la misma calle, estaba un chavo poniendo una miniatura de street art. Me llamó la atención y sentí ese impulso de hablarle pero me cohibí. Luego lo busqué en Google y resultó que era un mexicano", cuenta. Se trataba de Pablo Delgado, quien dejaba recortes miniatura de escenas divertidas pegados en la calle. "Eso me impulsó porque yo veía mucho street art pero decía: no puedo ponerme a pintar un mural. Al ver su propuesta, de papel pegado, dije: ya tengo cosas trabajadas, de que estén ahí en mi casa a pegarlos por las calles, ¿por qué no?".

Así, en 2015, empezaron a salir a la calle estas piezas de Victoria, en el barrio de Shoreditch famoso por concentrar arte urbano, y al mismo tiempo los publicaba en su cuenta de Instagram, lo cual detonó en gran parte lo que siguió, porque mucha gente lo vio y quería saber más de sus piezas o comisionarle una. En poco tiempo, estaba colaborando con otros artistas (Misterpiro y Darío Vázquez) pegando fotografías intervenidas que salían publicadas en blogs y revistas de arte urbano.

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Sus raíces mexicanas y su experiencia en moda salen a flote en lo que hace inevitablemente. Sus piezas reúnen varios elementos que las hacen tan atractivas, desde la elección de los personajes (tan célebres y reconocibles muchas veces), la manera cómo usa el color para darles vida así como el aspecto artesanal, hecho a mano, y la textura inesperada que proponen. "Siento que todo lo que estoy reflejando en mi arte es una mezcla. De mi experiencia, de mi raíz mexicana y también de vivir en una sociedad tan multicultural como Londres", afirma.

Victoria es modesta en cuanto al aspecto técnico del bordado que tienen sus piezas. "Yo tengo más respeto por los huicholes y los indígenas, me quito el sombrero. En cuestión de técnica no siento que sea la mejor. Pero en la forma en que combino los colores… siento que está la influencia de lo que trabajé en moda. Siento que estoy vistiendo las fotos".

Las fotos se visten con originales diseños y esos hilos de colores brotan de las paredes, dándoles diferentes personalidades y acciones a los personajes de las fotos, al menos durante el tiempo que dura en la intemperie la pieza. "Mucha gente me pregunta por qué dejo los hilos así. Me gusta visualmente esta idea surrealista de que se desparrama algo, que las lagrimas corran por la calle… pero también me encantaba cuando pegaba una pieza en la noche y que al día siguiente pasaba y la veía, el aire movía los hilos y los pegaba, como quedaba cierto pegamento en los hilos… la misma naturaleza los pegaba en diferentes lugares, como que la naturaleza o el medio ambiente terminaba la pieza. Era como una metáfora perfecta de lo que siento que es la vida: la vida es cambio".

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Las piezas de Victoria –@villanaart– se inspiran en la vida, temas sociales, noticias de actualidad, derechos humanos y algunas de ellas buscan contagiar a la gente con un mensaje positivo a partir de líderes que ella admira y que siente que hacen falta en nuestros tiempos. De John Lennon y Bowie pasando por Frida Kahlo hasta una refugiada anónima de Siria o una joven kurda que lucha contra ISIS, hay algo que dejan para reflexionar más allá de lo visualmente atractivas que son sus obras.

"Sí me gusta como que el arte diga, no siempre político, pero acerca de nuestras emociones, que hable de depresión, de dolor, de alegría, de amor, de desesperación, de encuentro, de soledad… porque eso es lo que somos".

Si quieres ver más obras de Victoria Villasana, visita su sitio.

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