[NSFW] Fotos de los 4 años que pasé en un set porno

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Sexo

[NSFW] Fotos de los 4 años que pasé en un set porno

Thomas Grant capturó las minucias de un mundo que todos conocemos pero pocos penetramos.
Jamie Clifton
London, GB

La industria pornográfica británica está un poco difamada. Lo que producimos aquí no es tan llamativo como lo que hacen los estudios americanos. Las estrellas masculinas tienden a ser personas de mediana edad poco atractivas. Es alarmante cuando los escuchas hablar sobre el "trasero" de alguien y no del "culo" de alguien, porque suenan exactamente como tu papá. Pero hay una belleza oculta en todo esto, en comparación con las grandes compañías de Estados Unidos: la familiaridad que hay en todo esto.

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El fotógrafo, Thomas Grant, capturó esa belleza cuando le dieron un empleo como fotógrafo de set porno. Empezó en 2010 en un estudio gigante afuera de Londres, pasó cuatro años trabajando ahí y– junto a las fotos de un glamour convencional– compiló una colección más agradable que muestra el detrás de cámaras de las películas.

Hablé con él por teléfono sobre esas fotos, y sobre lo que el tiempo en la industria le había enseñado.

Jamie Clifton: ¿Qué es lo que está pasando en la primera foto?

Thomas Grant: Esa fue una escena con diferentes tipos de pasteles y comida y mousse de chocolate. Es mi foto favorita de todas, porque no le puedes encontrar el sentido.

Es la primera de la selección que me mandaste – ¿el desastre es una declaración de algún tipo? Es un poco diferente a las otras fotos en el proyecto que son muy limpias.

Había algo en el resultado –lo visualmente grotesco de todo eso – que tenía que conseguir. El hecho de que sea el resultado de un set pornográfico lo hace más interesante; me gusta la idea de que no sabes qué es lo que está pasando. Hay gente que cree que es mierda, gente que cree que es sangre. Pero al final de todo, como una pieza de "arte", tiene sentido.

Es interesante – muchas de las fotos parecen que muestran naturaleza muerta, como objetos inanimados arreglados. Pero al parecer es sólo lo que pudiste acomodar mientras estabas tomando las fotos en medio de una escena.

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Ninguna de estas tomas está arreglada. No soy un fotógrafo de porno – nunca me he clasificado así – y es difícil ver la belleza en el set, entonces estar ahí durante cuatro años, cada día, cinco días a la semana, terminaba fotografiando lo que sea que estuviera alrededor de mi que me mantuviera sano. Pero también era mi intención desde un principio utilizar el trabajo para documentar el detrás de cámaras de la industria del porno.

Cómo conseguiste el trabajo?

Apliqué para una publicación que ofrecía un trabajo en una industria para adultos, pero no sabía que tan para adultos iban a ser, y me dieron el puesto. Tenía que tomar fotos de cada modelo en cada escena, tomarlas individualmente en el set –que después eran vendidas como imágenes de glamour – y después tomar fotos del acto sexual, que se iba a sitios web y portadas de DVD.

¿Cómo fue tu primer día? Para ver a otras personas tener sexo por primera vez tienes que acostúmbrate un poco.

Al principio es muy abrumador. Pero después de un par de días te das cuenta que no es gente teniendo sexo real; es gente que viene a trabajar. Pero el primer día que estaba ahí fue realmente abrumador. Me sentí muy incomodo dirigiendo a una mujer que no se sentía cómoda siendo dirigida.

¿Por qué?

Al principio asumes que puedes rebasar los límites de cualquier fantasía que tengas, pero la realidad es que la mujer está ahí para hacer lo que le digas que haga, entonces la fantasía no es relevante porque es su trabajo y tu trabajo. Es un tema para ser fotografiado y filmado de la mejor manera posible. Normalmente digo que hay más sexualidad al trabajar para una sesión de moda que para una escena porno. El porno es lo que es. Casi siempre me preguntan, sobre todo los hombres, "¿Sientes la necesidad de meterte en la escena?" Pero siempre digo que no. Al final del día es un lente y una cámara. Estás ahí para tomar fotos y tienes que hacer lo mejor para que la gente con la que estás trabajando haga el trabajo de la mejor manera.

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¿Cómo el trabajo afectó tu percepción del cuerpo humano, verlo desnudo y de cerca todo el tiempo? ¿Te insensibilizó? 

No. No impacta en lo que ves fuera del trabajo, pero es lo que es en el set. Sin embargo, lo único que no podía soportar era la eyaculación.

¿Por qué? 

No lo sé –es algo que nunca, nunca pude aguantar. Cuando empecé a trabajar ahí, tenía que grabar cuando salía el semen y empezaba a sentir náuseas. Algunas de las mujeres – sobre todo las más profesionales – hacen todo tipo de cosas raras con el semen, hacen gárgaras o burbujas. Y nunca me pude acostumbrar. Algunas lo empezaron a notar –sabían que no lo soportaba– entonces algunas de ellas, cuando acababa la escena, corrían hacia mí para intentar darme un abrazo o un beso.

Te involucraban en esto. 

Exactamente.

¿Sientes que obtuviste una idea de las peculiaridades sexuales de Gran Bretaña cuando trabajaste ahí? ¿Hubo un cambio en el tipo de pornografía que se estaba filmando?

No podría que decir que hubo uno. El estudio específico con el que trabaja estaba controlado únicamente por el dueño, y nunca hubo una iniciativa por parte de nosotros para filmar lo que vendía, lo cual es muy extraño, porque filmamos la mayor cantidad de porno en Europa en ese tiempo. Lo gracioso es que la mayoría de cosas que grabábamos nunca se vendían porque no contaban con todas las regulaciones.

¿Regulaciones en internet?

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Ah, ok. ¿Viste un cambio en la economía del porno cuando estuviste trabajando ahí? Aún no entiendo cómo la gente sigue pagando por contenido cuando hay muchas cosas gratis en línea.

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Totalmente. Cada día que íbamos al trabajo decíamos, "Este puede ser el último".

¿Qué te sorprendió de trabajar en la pornografía?

Hay un millón de cosas. Una de las cosas más obvias es que nunca, nunca vi a una mujer tener un orgasmo – es obviamente una actuación muy buena. Y si ves semen en una foto, probablemente es una mezcla de jabón y lubricante.

¿Cuál es tu mejor recuerdo de todo esto?

Hay una historia algo graciosas de una mujer con la que solía trabajar. Es una mujer muy cool del norte. Es la clase de mujer que trabaja en el porno y su papá lo sabe, y está bien con eso. Siempre era muy divertido trabajar con ella porque no tenía ninguna clase de complejos. Estaba en una sesión con ella un día, en una mesa de billar, y al final dije, de broma, "Ok, entonces lo que ahora tienes que hacer es tomar la bola roja y metértela en tu vagina". Y ella dijo "¡OK!" Y enseguida dije: "¡No! No, no, no, estoy jugando". La metió y no podía sacarla. Entonces nos fuimos a la regadera y no paraba de brincar para sacarse la bola. Mi jefe llegó – estaba en la escena – y yo estaba loco. Pensé, "Tendremos que llevarla a emergencias para poder sacarle la bola de billar, y mi jefe se va a enterar, y a él le gusta hacer las cosas muy, muy rápido y ¡me va a correr!" Pero después, una de las otras modelos llegó y le sacó la bola con muchísimo lubricante.

Wow. ¿Por qué te fuiste?

Bueno, al final todo se desvaneció. El dueño decidió dedicarse a otras cosas, y las otras cosas no funcionaron.

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¿Lo extrañas?

Extraño que me paguen.

¿Qué haces ahora?

Trabajo como freelance. Muchos de los trabajos que hago ahora son empresariales – de un extremo al otro. Y puedo decirte que hay más cogidos en la industria corporativa que en la pornográfica.

Gracias, Thomas.

Puedes ver más fotos del proyecto, abajo.