Carnosas masas de dedos, dientes, y piel se fusionan para crear estas hiperrealistas esculturas, tituladas Fleshlettes, que combinan el factor del shock y se enfocan en el estudio de los atributos menos fotogénicos del cuerpo humano. Los diseños corporales, hechos de cerámica de polímeros, acrílicos y cabello por el artista de L.A., Jonathan Payne ilustran las características desmembradas de una persona, pareciendo monstruosas y al mismo tiempo fascinantes.
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Payne, quien en el pasado se ha concentrado en esculturas de fantasía, escribe en su página que ha desarrollado “híbridos humanos realísticos pero abstractos”. Con cada dedo curvo y brote de vello, las esculturas invocan un sentimiento de incomodidad. Pliegues y protuberancias en la piel le dan a cada “bola tumorosa de carne”, como el artista las llama, un grado de credibilidad defectuosa. Lo único que falta es la intrusión viviente de un ojo o un corazón latiendo para definir lo humanas que son las Flashlettes.Payne habló con The Creators Project sobre la serie en desarrollo: “Mi inspiración vino de dos lugares: En primera, quería desarrollar mu propio lenguaje visual que fuera solamente mío, y segundo, estaba inspirado por la historia de un teratoma (un tumor que contiene diferentes tejidos) que le fue removido quirúrgicamente a mi cuñada. Estas dos ideas combinadas con el deseo de aprender cómo crear piel realista y así nacieron las Fleshlettes”.
“Cada Fleshletes empieza con un boceto, y luego un pequeño estudio de arcilla. La escultura final es creada de arcilla polimérica, pintura acrílica y vello humano real. Cada pieza…se enfoca en una o dos partes diferentes del cuerpo humano. Para mí, el trabajo artístico como este es una celebración de la rara y hermosa experiencia de ser dueños de un cuerpo humano”.
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