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BORDES

La Frontera: artistas a lo largo de la frontera México-Estados Unidos

Conoce la obra de 10 artistas que están borrando los límites entre Estados Unidos y México.

A mediados de la primera década del 2000 desde su hogar en New York, el fotógrafo, Stefan Falke, miraba las noticias sobre la frontera de México con Estados Unidos y aceptaba, sin oponerse, el discurso sensacionalista de algunos medios de comunicación, para los que la frontera norte de México es: balaceras, narcotráfico, secuestros y homicidios brutales.

Fue en el año 2007 que, Falke, viajó por primera vez a la frontera norte de México ―Tijuana para ser precisos― con el objetivo de atestiguar qué estaba pasando. Lo que encontró fue radicalmente opuesto a lo que pensaba: una vigorosa vida artística, ciudades e instituciones culturales pujantes y sofisticadas; pero sobre todo advirtió que las narraciones de violencia eran solamente una pequeña fracción de lo que se vive en ciudades como Tijuana, Mexicali, Ciudad Juárez, Nogales, Reynosa, Nuevo Laredo y Matamoros.

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Una vez que conoció la otra cara de la moneda, Stefan Falke, se dio a la tarea de retratar a 180 creadores de arte de diversas disciplinas ―músicos, arquitectos, actores y escritores; y sobre todo, artistas visuales― que habitan las ciudades de ambos lados de la frontera entre México y Estados Unidos: desde Tijuana, hasta Matamoros, Tamaulipas; desde el Golfo de México hasta el Océano Pacífico. Fue así como inició su proyecto ―que no deja de crecer―, "La Frontera: artistas a lo largo de la frontera México-Estados Unidos", con el fin de exponer que: "Más allá de las noticias que retratan a la franja fronteriza como un lugar fatídico y violento, existe una rica vida cultural de la que no se habla, ni se atiende. Creo que las situaciones difíciles no mejoran si nos centramos únicamente en las noticias negativas" ―explica Falke.

Stefan Falke nació en Paderborn ―una ciudad de 150 mil habitantes, fundada en el año 777―, Alemania. Luego de abandonar sus estudios de ingeniería civil, trabajó como asistente de fotografía en Munich y posteriormente en una imprenta de serigrafía en la ciudad de Hamburgo. En 1985 se mudó a Nueva York y en 1994 volvió a Alemania en donde se desempeñó como fotógrafo conjunto, en un estudio cinematográfico que filmaba películas en Europa y África. Uno de sus proyectos más ambiciosos ha sido, "MOKO JUMBIES: Los espíritus del baile de Trinidad", un ensayo y libro fotográfico sobre una escuela de stilt-walking ―caminata sobre zancos― en Trinidad, publicado por una editorial neoyorkina. Las fotografías resultantes fueron exhibidas como parte de la selección oficial en el festival de fotoperiodismo "Visa Pour L'image" en Perpignan, Francia, en el 2004. Falke desde 1999 pertenece a la prestigiosa agencia alemana, Laif-Agentur Für Photos & Reportagen.

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Actualmente, Stefan Falke, vive en el condado de Brooklyn, en la ciudad de New York. El 28 de abril pasado expuso su proyecto ―sobre la que versa esta entrevista ―: "La Frontera: artistas a lo largo de la frontera México-Estados Unidos", en el instituto alemán, Deutsches Haus, en el histórico distrito de Greenwich Village, en New York.

La frontera se desdibuja cuando uno intenta explicarla y se desplaza cuando se pretende fijarla. Más allá de lo físico el muro fronterizo no es un límite ni un fin, es, en cambio, una constante tensión que evidencia las desigualdades, resistencias y contradicciones de una política impuesta sobre una misma geografía. Stefan Falke descubrió que la frontera México-Estados Unidos, más que una certeza, es una ficción política.

Alonso Delgadillo es un neo-muralista tijuanense. Su primer mural lo realizó en Buenos Aires, en el popular barrio de La Boca, casa del Tango, de la Bombonera y Maradona. Su interés principal es fomentar y estimular a la sociedad para que realicen actividades en beneficio y progreso de su comunidad. Si se realizara una película sobre su vida, le gustaría que se titulara, El Barrio de la Frontera.

¿Por qué es importante haber realizado este proyecto fotográfico en la frontera más transitada y vigilada del mundo?
Es importante porque hay personas ―políticos, gobernantes― que buscan hacernos creer que la región fronteriza no tiene nada positivo que ofrecer; que es peligroso estar ahí y que aparte la gente que vive en esa franja no es digna de confianza. [De esta manera] es más fácil justificar la militarización de la frontera y las deportaciones. Si no apreciamos el valor cultural de los lugares significa que no nos importa lo que les ocurre a las sociedades al largo plazo.

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Glenn Weyant, realizó un performance en junio de 2006 . Colocó micrófonos en el muro que separa a Nogales, Arizona, de Nogales, Sonora. Utilizando un arco para cello y un mazo, provocó sonidos y vibraciones que emanaron de esta área militarizada. Todo fue grabado y posteriormente transmitió a través de la radio pública .

¿Hay similitudes hallas entre el arte creado en Alemania durante los años del muro de Berlín y lo que actualmente se produce en la frontera norte de México, dividida por un muro?
En realidad mi proyecto trata más sobre la influencia positiva que el arte creado por los artistas ejerce sobre la sociedad [fronteriza]. Mi proyecto es más de corte humanitario; sé muy poco acerca del arte como para comparar las dos situaciones. Lo que sí sé es que el muro de Berlín atrajo a muchos artistas de la misma forma en que le ha sucedido a la frontera ―física― entre México y los Estados Unidos; las circunstancias difíciles llaman al arte y la creatividad.

Fernando Corona es un mexicalense que ha realizado murales en Costa Rica, Berlín, Munich, New York, Nuevo México, Londres y París. "Me interesa explotar el simbolismo de las personas que conozco; tomar fotografías de sus perfiles de Facebook que me transmiten gestos y maneras de vestir y vivir únicas; quiero convertir a esos personajes locales en globales, desde mi obra" ―explica el autor.

Hay una sola frontera, pero ésta atraviesa distintos estados que tienen conflictos y fenómenos particulares. ¿En qué son distintos, por ejemplo, los artistas de la frontera de Tamaulipas a los de Baja California?
Creo que las únicas diferencias son de carácter geográfico y cultural. La frontera mide 2.000 millas de largo, pero los desafíos parecen ser los mismos en todas partes de ella; simplemente ciertos problemas se van moviendo a lo largo de la frontera. Todos los artistas que fotografié tenían en común que son reconocidos en sus ciudades y fuera de ellas. En la frontera todos están ayudando y apoyando socialmente con su producción artística. Especialmente se realizan murales que son creados por colectivos más que por individuos. En la frontera muchos artistas se dedican a enseñar y a regalar sus conocimientos artísticos para beneficio de los demás; ese parece ser el tema común a lo largo de toda la frontera.

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Raechel Running es fotógrafa, educadora y activista por la paz, nacida en Agua Prieta, Sonora, frontera con Douglas, Arizona. Al preguntarle, ¿cuál es la esencia de tu vida como artista?, contesta: "Mi trabajo es un corrido visual, una canción de amor. Mi trabajo refleja el realismo mágico de 'Nepantla', el lugar y la gente que vive entre los mundos de las fronteras".

Seguramente tienes una anécdota interesante surgida en la realización de tu proyecto fotográfico sobre artistas en la frontera.
Tengo demasiados incluso para recordar. Trabajando en este proyecto estoy viviendo una gran aventura. Me ha permitido conocer gente estupenda en dondequiera que he ido. Todo el mundo en la frontera es muy útil, es decir, el objetivo del proyecto intenta documentar el lado positivo de la vida; me gusta mostrar cómo la gente lleva a cabo una solución en lugar de volverse parte de los problemas; los artistas están generalmente más interesados en una vida pacífica y al mismo tiempo tienen una gran influencia en sus comunidades.

Tochiro Gallegos (1981) es un fotógrafo originario de Reynosa, Tamaulipas. Su trabajo refleja la violencia imperante en algunas ciudades fronterizas del noreste del país. La esencia de su vida como artista fronterizo es la de ser libre, "o por lo menos seguir buscando la libertad a través de mi trabajo porque la esencia de la vida es ir hacia adelante sin importar lo que se atraviese en tu camino", expresa Gallegos.

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¿Cuál es la función del artista en un territorio que vive bajo una constante tensión a causa de un muro que lo divide y separa, como es el caso de la frontera México-Estados Unidos?
Todo el mundo necesita algo de distracción y belleza; la vida sin el arte y la cultura es impensable para la mayoría de nosotros [los seres humanos]. Creo que en la medida que nuestras circunstancias se tornan más complicadas, en esa medida necesitamos del arte. Los artistas son el pulso de la sociedad, ellos pueden reaccionar mejor y más rápidamente a los problemas que van surgiendo que los demás.

Panca (Paola Villaseñor) es una artista nacida San Diego, California, aunque es en Tijuana donde halló sus temáticas artísticas. "Mi trabajo ―piensa la muralista― es un masaje visual al espectador y una cachetada de realidad y locura; si Tijuana fuera una droga sería cristal ―metanfetamina―: por acelerada, porque no pega el ojo, porque te fuma hasta la última neurona".

¿Qué diferencia encuentras entre los artistas fronterizos que viven del lado mexicano y los que viven del lado estadounidense?
Realmente no veo una gran diferencia. Puedo estar equivocado, pero en ese sentido la frontera parece que no existe; hay demasiado intercambio cultural en ambas direcciones. Los artistas suelen conocerse a través de la frontera, algunos pasan a través de ella, se mueven del lado estadounidenses al lado Mexicano y viceversa. Las exposiciones transfronterizas están en todas partes. Las ciudades fronterizas están demasiado conectadas a través y desde una base cultural; mucho más de lo que los políticos quieren admitir. Nos quieren hacer creer que las ciudades de ambos lados de la frontera son una especie de enemigos, pero no me parece que eso sea cierto.

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Rigoberto González, nació en Reynosa, Tamaulipas. Actualmente reside en Harlingen, Texas. Su trabajo combina el lenguaje barroco de los siglos XVI y XVII con la brutalidad de los cárteles asentados en la frontera de México con Brownsville y McAllen . "En mis cuadros me apropio de la representación de la violencia de los pintores napolitanos caravagueros con el retrato de la violencia en los [narco] corridos".

¿En el lado mexicano o en el estadounidense notaste mayor producción artística?
La influencia positiva de los artistas se ve especialmente del lado mexicano de la frontera, es visible en un sinnúmero de murales, algunos realizados justo en el horrible muro de metal que se torna ―cuando lo intervienen― una bella obra de arte. Los artistas no enfrentan los problemas con desesperación y depresión, sino con color, para el beneficio de todos.

Pablo Castañeda ha expuesto su obra en Los Ángeles, New York, Bangkok y Beijing. Considera que su trabajo recrea la pintura post-abstracta mexicana. "Mi pintura se desarrolla entre la abstracción y la figuración, ahí encuentro la belleza, la magia y la tragedia de la frontera ―explica el pintor mexicalense―; me inspira combinar la vida cotidiana con el simulacro y la travesía que implica una ciudad".

¿En la frontera la violencia se convierte en arte?
No he visto ninguna evidencia de eso. Al contrario, me sorprendió ver mucho menos arte centrado en la violencia, o en la frontera, de lo esperado; a menudo aparece pero de maneras muy sutiles. Cuando la violencia impera el arte es el único lugar desde el cual enfrentar situaciones insoportables y de esta manera recuperar el control que sobre las ciudades enteras se ha perdido no hace mucho tiempo.

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Gloria Muriel se vale de aerosol y rodillo para: "Despertar corazones y abrir mentes ―explica la artista― a la cruda novedad del momento presente". Sus murales se pueden apreciar en Guadalajara, Ciudad de México, San Diego, San Francisco, Los Ángeles y Miami. Su nombre artístico es Glow. Nació en Mexicali, pero radica en la ciudad de San Diego, California, desde donde produce su obra.

¿Será el arte un espacio de defensa y resistencia a diversos fenómenos como la violencia y el racismo?
Totalmente, en todas partes. A veces el único alivio.

Once Zero Dos es un muralista que aprendió a dibujar en sus descansos como conductor de una ambulancia. Lo bizarro de las criaturas que habitan su obra es consecuencia de la miseria y la locura de los más de mil deportados, indigentes y adictos a la heroína y al cristal que habitan el Bordo de Tijuana, así como del cuarto de millón de perros callejeros que deambulan por las calles de esta ciudad.

¿Qué te sorprendió positiva o negativamente del trabajo de los artistas de la frontera México-Estados Unidos?
Me sorprendió el enorme talento de clase mundial que hay a lo largo de la frontera; en ambos lados. También me sorprendió la cantidad de instituciones de arte moderno que hay para exhiben sus trabajos en ambos lados, y lo poco que sabemos acerca de ellas. ¡Una razón más para este proyecto!

Para conocer más de este proyecto, mira aquí.

Las fotografías son de Stefan Falke

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