Cortesía del artista y kurimanzutto, Ciudad de México 2017. Foto: Estudio Michel Zabé
Haciendo una reflexión sobre el consumismo, el capitalismo y la cotidianidad de las compras el reconocido artista mexicano Gabriel Orozco abrió su última instalación “Oroxxo”. En ésta se puede ver más de 300 productos de consumo cotidiano intervenidos por el artista en un Oxxo “común y corriente”.
El artista, a través de su tienda de abarrotes posiciona la pregunta alrededor del mismo mercado del arte ¿Cómo sería el arte si pudiera ser vendido de una manera similar a los productos de un Oxxo? ¿Es posible que una galería fuera un punto de distribución masivo?
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La intervención se presenta en forma de una estampa que altera las etiquetas de los productos. “La estampa con la que intervengo el logo de los productos es una ironía que viene de mi trabajo gráfico geométrico desde hace algún tiempo, pero ahora convertido en calcomanía o grafiti de etiqueta callejero”, comentó Orozco. “Ya antes había pegado estas calcomanías abstractas en algunos trabajos y libros míos, siempre utilizando los círculos y ejes y los cuatro colores (rojo, azul, dorado, blanco) que definen los cuadrantes que se crean y su proyección e interacción con objetos de la realidad. Como en todo mi trabajo de interacciones a diferentes escalas, al superponer mi estampa insignificante sobre la imagen y el logo reconocidas en la envoltura, la imagen del producto se revela y se cancela al mismo tiempo, igual que la insignificancia de la estampa geométrica que lo recicla, produciendo un nuevo, doble significado visual y económico.”
La producción masiva de arte pone en relieve lo que Orozco intenta decir, y de cierta manera, lo valida. ¿Cuánto arte se puede exponer? ¿qué arte puede ser validado a través de una galería o museo? ¿qué arte debe de ser olvidado? La expresión artística de Orozco, sin duda, efectivamente señala una parte central de la vida del mexicano: el consumo y la compra de productos en un Oxxo. Lo que consumimos nos define de manera inalienable, lo que Orozco nos presenta es una mirada fría a este conocimiento.
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El artista, a través de su tienda de abarrotes posiciona la pregunta alrededor del mismo mercado del arte ¿Cómo sería el arte si pudiera ser vendido de una manera similar a los productos de un Oxxo? ¿Es posible que una galería fuera un punto de distribución masivo?
La producción masiva de arte pone en relieve lo que Orozco intenta decir, y de cierta manera, lo valida. ¿Cuánto arte se puede exponer? ¿qué arte puede ser validado a través de una galería o museo? ¿qué arte debe de ser olvidado? La expresión artística de Orozco, sin duda, efectivamente señala una parte central de la vida del mexicano: el consumo y la compra de productos en un Oxxo. Lo que consumimos nos define de manera inalienable, lo que Orozco nos presenta es una mirada fría a este conocimiento.
