Estos relojes de Rorschach desafían nuestra noción del tiempo

Dylan Kraus nos presenta 'Clox', una serie de relojes distorsionados creados con manchas de tinta.

por Emerson Rosenthal

9.3.16

Imágenes cortesía del artista y de Shane Gambill

12 51 de Shane Gambill en Vimeo.

El tiempo siempre está de tu lado, excepto cuando no lo está. Desde donde estoy sentado, estoy a unos minutos de acabar este artículo y tú podrías utilizar un poco de tu tiempo libre para leerlo, de modo que los dos estamos pendientes del reloj. Sin embargo, después de haber visto el documental de aquí arriba sobre la obra del artista Dylan Kraus, mi visión del tiempo ha cambiado un poco.

En su estudio de Nueva York, Kraus ha trabajado duro para destruir el reloj, sin "romperlo", sino más bien apartándolo de su significado. Utilizando una técnica similar a la del test de Rorschach, Kraus ha creado Clox, unos mandalas de tinta sobre lienzo que hacen de todo menos indicarnos el tiempo. "Quiero crear un momento en el espacio entre el ver y el conocer", dice Kraus a The Creators Project. "La mitad de los Clox es correcta y la otra es un reflejo simétrico de la primera. Me gusta imaginar que están sumergidos y se reflejan para dar la impresión de estar completos. El tiempo es una construcción muy potente y jugando con él espero transmitir a los espectadores que puede ser flexible y que no es algo rígido".

En el documental, su director Shane Gambill nos expica: "Mi primer contacto con la obra de Dylan fue a través de una migo en común que tenía uno de sus relojes colgando de la pared", explica Gambill a The Creators Project. "Había algo muy simple en él, pero también transmitía una complejidad, sus bordes no eran lisos y supe de inmediato que tenía que prestarle atención. […] La belleza y sencillez de estos relojes, lo que representan, cómo han sido creados utilizando simetría y geometría, me hizo pensar y reflexionar".

"En un primer momento fue una especie de reacción antireloj, como pensando 'Quiero burlarme del reloj'", explica Kraus. "Pero poco después de empezar a trabajar a partir de esa idea me di cuenta de que en realidad son unos fantásticos generadores de cordura, en cualquier momento de mi vida en el que no he tenido reloj me he vuelto un poco loco, así que ahora los veo como una roca, algo a lo que puedes agarrarte, los veo como una construcción que afecta y limita nuestra perspectiva".

Así, los Clox de Kraus son símbolos mágicos, como runas que desorientan y vuelven a orientar al espectador a la misma vez. El efecto es muy similar a lo contrario que ocurre cuando lees una frase, en lugar de entender algo que se basa completamente en el contexto de sus piezas, el desconocimiento de estos relojes nos lleva a un lugar con ritmo pero sin razón, algo similar a los mundos dibujados por una de las mayores inspiraciones de Kraus: Dalí. "Fueron sus relojes fundidos lo que me hizo empezar a pensar en ello y en un primer momento los llamé los relojes de Dalí. Aunque son diferentes de lo que él hizo son una especie de improvisación sobre su trabajo", continúa explicando Kraus.

"Lo mejor que puede pasarle al espectador del reloj es pasar por ese espacio entre el conocimiento y el desconocimiento, puesto que en ese preciso lugar se crea una grieta desde donde puede nacer una nueva idea. Esa confusión puede dar pie a un cambio de perspectiva, porque en realidad todo lo que puede ofrecer el artista es la perspectiva, y a mí me gustaría hacerlo a través de la experiencia".

Kraus es una especie de chamá que construye un puente para que sus espectadores entren y salgan del tiempo. "Creo que estos relojes pretenden sentir esa parte de nosotros que quedó olvidada cuando la estandarización del tiempo empezó a construir la realidad", concluye. "Para alguna gente se trata de una referencia psicológica y, obviamente, Rorschach es la técnica. […] Proporciona a la mente un espacio para inventar su propia construcción de algo que no tiene nombre. Quería transmitir la sensación de ser un niño y encontrarse en una redacción con todos esos relojes que marcan la hora de las diferentes ciudades del mundo, mantener una visión inocente de la importancia del tiempo, quiero que parezca algo inalcanzable para su entendimiento.