Memorias se convierten en piezas artísticas en un nuevo proyecto por el estudio de tecnología creativa, random quark. En él se escanean los cerebros de personas recordando momentos emocionales en sus vidas. Sentado en un cuarto, libre de luz y sonido, un individuo se pone la sonda EEG en la cabeza y se le pide que cierre los ojos. Por 30 segundos, entonces, se le pide que evoque recuerdos importantes, ya sean felices o tristes, mientras el aparato EEG comienza a escanear toda la actividad eléctrica sucediendo en su cerebro. Esto crea una set de datos – una huella digital única de la memoria del individuo. Similitudes visuales, nota random quark, incluyen Schwarm de Andreas Nicolas Fischer, la obra del proyecto Processing de Daniel Shiffman, y lo hecho por Theodoros Papatheodorou.
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"Saatchi & Saatchi Wellness se nos acerco y pidió que hiciéramos algo que representara las emociones de manera intuitiva", explica Tom Chambers, cofundador de random quark, a Creators. "Querían artefactos físicos de cómo se sentía alguien y comenzamos a explorar todos los tipos de maneras que existen para medir las emociones".
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Midiendo el cerebro por sólo un minuto, random quark es capaz de determinar qué tipo de emoción recuerda un individuo, decidiendo asociar un sentimiento positivo como la felicidad, si sucede mayor actividad en el hemisferio izquierdo del cerebro. Cerciorándose de la emoción aún más, ellos preguntan, "¿qué tipo de feliz estás?" por medio de usar el Círculo Emocional de Ginebra, una herramienta estándar de la neurociencia.La pieza artística final titulada Mindswarms (Medias Mentales) está construida sobre estos resultados, creando imágenes de felicidad, tristeza, enojo, amor, disgusto, miedo y sorpresa. "Si la persona siente el día que nació su hija, las emociones más predominantes serán amor y felicidad", explica Theodoros Papatheodorou, también cofundador de random quark. "Si la siguiente vez los sentimientos son los mismos, tendrías los mismos colores pero no la misma imagen porque los datos EEG nunca son iguales".
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Los datos son reducidos y se decide el factor más importante de las piezas, un efecto basado en patrones de ondas, similar a las aves en vuelo. "Cada partícula tiene una identidad y se mueve alrededor porque los datos son un tipo de estructura", dice Chambers. "Luego, el flujo de partículas también representan un tipo de estructura. No son números al azar, es algo que tiene un sentimiento orgánico por sí solo".
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Mientras el escáner de EEG sigue siendo invasivo y es poco probable que llegue a los hogares comunes y corrientes pronto, random quark cree que su proyecto muestra un futuro cercano donde las máquinas pueden responder a las emociones humanas, e igualmente, mostrar cómo el arte puede ser usado para comunicar emociones en un nivel libre de estigmas."Creo que en el futuro, los artistas se tendrán que comportar como programadores, esto en el sentido de que no puedes curar cada aspecto de la experiencia y al tener una apertura al universo sensorial de los espectadores es inevitable no deformar la forma de lo que presentas", dice Chambers. "Todas esas cosas serán construidas por programas como el de EEG o reconocimiento facial, cosas para hacer experiencias a tu medida y que le den forma a tu viaje".
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