¿Es una broma tonta, un ritual pagano, o un descubrimiento genial sobre la próxima etapa del transporte de masas? En una imagen publicada en Flickr por el artista James Bridle– conocido por acuñar el término "New Aesthetic" (Nueva Estética)– un coche parado en medio de un estacionamiento está rodeado por una circulo de sal mágico. En el lenguaje de tránsito, las líneas punteadas por fuera indican "Entrar", pero la línea blanca corrida por dentro dice, "No cruzar". Para las cámaras colocadas dentro del coche, estas son leyes inflexibles de la magia: Petrificus Totalus para los automóviles autónomos.
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Con "Autonomous Trap 001" como nota de pie, la escena evoca un mundo de narrativas que envuelven la híper-tecnología de coches con conducción automática. Podrían ser hackers irrumpiendo en el viaje de un amigo a casa; ladrones en carretera atrapando a sus víctimas; brujas exorcizando un demonio en su coche.
Los autos con conducción propia aún no están ahí, pero la foto del artista-filósofo-programador es un recordatorio de que tendremos que estar pensando en ellos muy pronto. Si un coche de este tipo está diseñado para leer el camino, ¿qué pasa cuando el lenguaje del camino es alterado por gente con mala intención?Bridle se ha creado un camino entre aquellos que piensan 10-100 años a futuro. Su página web Booktwo.org es visualmente terrible pero con tratados filosóficos, experimentos de pensamientos, códigos creativos y proyectos de arte estupendos. Su "colaboración con Five Eyes fue parte de la muestra All of This Belongs to You en el Museo V&A, que también incluyó los restos del disco duro que contenía los documentos del informante Edward Snowden. Bridle ha pasado la última década haciendo drones más prácticos, descifrando los misterios de la predicción del clima, y tratando de esclarecer tecnologías invisibles –normalmente de origen militar– que guían al mundo.Recientemente Bridle se ha fascinado más con los vehículos autónomos. Coches con conducción automática estarán disponibles al público pronto. Singapur está considerando la compra de una flota de 300,000 coches sin conductor para reemplazar a los 780,000 que estorban en sus calles. La iniciativa de Google para un coche, conocido como Waymo, ha estado invirtiendo en este tipo de tecnología desde 2009. Tesla, de Elon Musk, está implementando características automáticas en Estados Unidos, e incluso fábricas como Ford están entrando al juego. Si los coches sin conductor se vuelven omnipresentes, vandalismos como Autonomous Trap es sólo el comienzo de lo que los ingenieros tendrán que comenzar a resolver.
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Ahora Bridle está tratando de construir su propio coche automático, realizó el trabajo Autonomous Trap 001 durante el proceso. Ha publicado todo el código desarrollado para construir su propio coche en su casa aquí. Hablamos con Bridle para aprender más sobre las circunstancias detrás de esta serie fotográfica y sobre un mejor entendimiento de su aprehensión y curiosidad por los choferes robóticos del futuro.
Creators: ¿Qué estás buscando aquí? ¿Puedes darme una breve explicación de Autonomous Trap 001?James Bridle: Lo que estás viendo es un círculo de sal, una forma tradicional de protección– desde adentro o afuera– en prácticas mágicas. En este caso, lo estoy usando para detener un vehículo autónomo– un coche de conducción automática que depende de la visión y el proceso de la máquina para guiarse. Al desarrollar rápidamente las marcas de tránsito esperadas– en este caso, un gráfico de No Entrar– podemos confundir el sistema de visión del coche para creer que está rodeado de puntos de no entrada, y encerrarlo.¿Es un coche autónomo, o conceptual?Desafortunadamente no tengo un coche con conducción automática –no creo que ya hayan llegado a Grecia, además del problema del costo– pero sí tengo un buen entendimiento de cómo funcionan las cosas, al haber investigado durante un tiempo. El que está en la imagen es un vehículo que yo mismo construiré. Como siempre, me he dejado llevar por la investigación, y terminé escribiendo un software propio, armando cámaras y construyendo redes de trabajo para reproducir algunos de los campos más interesantes actualmente. Como la trampa, no confiaría totalmente en lo que he hecho, pero los principios ya están.
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¿Dónde tomaste estas fotos?Hice esta trampa cuando estaba manejando alrededor del Monte Parnaso en Grecia. Parnaso se siente como una ubicación apropiada porque, además de tener una vista espectacular, es la casa de las Musas en la mitología, así como el sitio del Oráculo Delphi. El ascenso del Monte Parnaso es, en términos esotéricos, el viaje al conocimiento y al arte.
¿Cuál es tu papel en el proyecto y hay alguien más participando?Sólo soy yo. Hice un proyecto el año pasado llamado Cloud Index, que usaba imágenes satelitales y conocimiento de máquinas para explorar pensamientos políticos y computacionales, obtuve mucha ayuda esa vez, particularmente de Gene Kogan, otro artista que trabaja con el mismo sistema.Esta vez quería hacerlo todo yo solo –principalmente para demostrar que sí podía. Estas tecnologías son para todos: puedes leer los papeles, repetir los hallazgos, estudiar el código y crear tus propias herramientas. Esto se ajusta a cómo tú entiendes e interactúas con el mundo, es algo crucial para propagarse en la época actual.¿Por qué creaste Autonomous Trap 001, además de burlarte de la tecnología?Es parte de una investigación escrita para explorar y entender las tecnologías contemporáneas de la automatización, para poder hacer un mejor uso de ellas, y en algunos casos, para interrumpir y oponerte a ellas.Los coches con conducción automática traen un montón de tecnologías realmente interesantes –como la visión y la inteligencia mecánica– con problemas sociales como la automatización y el cambio natural de trabajos, el cambio de poder de élites corporativas y de Silicon Valley, y el destino casi religioso en la computación como la única manera de producir la verdad.
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La trampa cae en la categoría de resistencia, mientras el tratar de construir mi coche es un proceso de entender cómo las narrativas dominantes de estas tecnologías son producidas, y pueden ser cambiadas. No veo por qué los taxistas del futuro no pueden realizar líneas blancas en la calle para descarrilar a los Ubers automáticos que les estén quitando el trabajo; también pienso que necesitamos más ojos y manos en las herramientas que están reformando nuestro futuro.¿Hubo retos inesperados en la creación de esta pieza?Se me acabó la sal, y tuve que manejar de vuelta al pueblo más cercano para comprar más kilos. Afortunadamente, la sal, en comparación a la banda ancha y al poder computacional, es una fuente muy barata.Este es Autonomous Trap 001. ¿Tienes planeado hacer más?Tengo el hábito de numerar cosas, pero sí, definitivamente habrá más. Como Drone Shadows, que proliferan actualmente; empezar una serie parece tener efectos generativos.¿Dónde ubicas este trabajo dentro de toda tu obra?Todo es parte del mismo intento de entender el mundo como un acto dentro del mismo, si eso no suena muy pretencioso. Este trabajo sigue directamente a proyectos con visión maquinaria, inteligencia artificial, tecnología militar, grandes datos, etc.–así como intervenciones poéticas en tecnologías emergentes. Es un solo proyecto, con episodios ocasionales de obsesiones específicas.¿Qué sigue para ti? ¿En qué otros proyectos estás trabajando?
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Este cuerpo de trabajo es, en parte, la preparación para una exhibición que abrirá el próximo mes en Berlín, en la Galería Nome, llamada Failing to Distinguish Between a Tractor Trailer and the Bright White Sky. Mostraré un montón de salidas diferentes de la búsqueda, incluyendo interpretaciones de sistema de visión de máquinas que he construido, y el resultado del entrenamiento de coches autómatas– y espero conectar mis intereses mitológicos con ellos.También tengo una apertura en Londres la próxima semana, como parte de Convergence– una serie de carteles en Londres continuando mi investigación para Render Ghost. Además de esos, estoy trabajando en proyectos de escritura sobre la nueva época oscura y la relación entre la tecnología, el conocimiento, el entendimientos, y la voluntad.
