desantafeEs triste admitirlo, pero el arte no dura para siempre. Algunas obras nacen ya con los días contados, como aquellas destinadas a exposiciones temporales, el arte natural efímero y las performances de una sola función. Luego, hay otras obras que, a pesar de los esfuerzos de restauradores y conservadores de arte, se van deteriorando con el paso de los años a causa de su diseño o por haber sido construidas con materiales imperfectos.
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Además de eso, hay otras obras que acaban destrozadas porque algún idiota pasó por ahí. De hecho, en el 2016 hubo tantos de estos eventos desgraciados, que hemos hecho una selección de los peores aquí abajo.
¿Qué precio puede llegar a tener un selfie? En noviembre, un visitante al Museo Nacional de Arte Antiguo de Lisboa echó al suelo e hizo pedazos una estatua de San Miguel del siglo XVIII mientras intentaba hacerse una selfie con la escultura.
La obra se rompió en pedazos y el daño fue descrito por los trabajadores del museo como “importante pero reversible”. Si la historia te suena familiar es porque otro aficionado a los selfies había derribado en mayo otra estatua de 126 años del rey portugués Don Sebastián, situada en la estación de trenes de Lisboa.
También en mayo, el Museo del Reloj de Pensilvania publicó un vídeo en YouTube titulado “¡¡¡Por favor, no tocar!!!”, que muestra a una pareja acercándose a un reloj de madera que colgaba de la pared en una de las exposiciones del museo. Después de hacer una foto, el tipo tira de una parte del reloj, luego de otra y continúa tirando y presionando otras partes, quizás en un intento de poner el reloj en marcha, hasta que el reloj cae el suelo haciéndose añicos, sin que la pareja pueda hacer nada por detenerlo.
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El reloj, creación el artista de Minnesota James Borden, llevaba más de 20 años colgado de la pared del museo. Según se informó, el mismo artista se ofreció a intentar reparar la obra, el museo no denunció a la pareja y ni siquiera intentó identificarla.
A veces, la gente destroza el arte mientras intenta restaurarlo torpemente o mejorarlo. Este parece ser el caso de lo que pasó en julio, cuando dos chicos noruegos destrozaron sin querer un grabado de 5.000 años creado sobre una roca en la isla noruega de Tro. Al parecer, la pareja siguió raspando la piedra para resaltar la obra.
Los chicos acabaron destrozando lo que se consideraba una de las primeras representaciones del esquí de la historia, y se entregaron a las autoridades cuando les acusaron de vandalismo.
En otra ocasión, fue una obra, al parecer, demasiado vanguardista lo que llevó a alguien a destrozarla. En julio, una mujer de 91 años que visitaba el Nuevo Museo de Nuremberg desfiguró una obra titulada "Reading-work-piece", creada en 1965 por Arthur Koepcke. Parte de la obra parece un crucigrama a medio completar, acompañado de la frase “insertar palabras”, que la mujer se tomó al pie de la letra y empezó a rellenar el crucigrama con un bolígrafo.
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Los comisarios denunciaron a la mujer ante la policía para arreglar el tema del seguro, pero creen que la obra (valorada en unos 85.000 euros) puede restaurarse.
¿Por qué lo bueno se acaba pronto? En junio, un periódico local informó que un visitante al Museo de Arte Moderno de San Francisco había tropezado y rozado la pintura “Triple Elvis” de Andy Warhol. Aunque el daño era supuestamente mínimo, las representaciones de Elvis hechas por Warhol se han vendido en el pasado por unos 77 millones de euros, así que el museo no quería arriesgarse y retiró la pintura de la galería por precaución para que la evaluaran en un estudio de restauración.
En mayo empezó a circular una noticia desde las plataformas de redes sociales de China sobre la destrucción por accidente de una escultura de LEGO gigantesca. Según informaba NetEase), un artista chino amateur había pasado tres días y tres noches construyendo una réplica a tamaño real de Nick Wilde, un personaje de la película de Disney Zootopia, a partir de miles de piezas de LEGO.La escultura estuvo expuesta tan solo una hora antes de que un niño de cuatro años tropezara sin querer con ella y la hiciera añicos. El incidente ocurrió el mismo mes en que las cámaras de seguridad habían captado a dos chicos destruyendo una delicada instalación en el Museo del Cristal de Shanghái mientras sus madres observaban las obras y hacían fotos.Traducción de Rosa Gregori.Relacionados:Se desploma una escultura de Jeff Koons en Miami Beach Art BaselTiran por error un mural de Banksy en el sudoeste de InglaterraNiño destruye una escultura de Lego valuada en 15,000 Dls.
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