Lipstick rosa, suéteres de diseñador, y modelos guapísimas son sólo el medio de la fotografías de la artista colombiana, Bita Cuartas –no el mensaje. Para eso, ella voltea a la cultura popular, obteniendo inspiración de películas conocidas, pinturas, objetos –cualquiera cosa que sienta que su público reconocerá y se identificará. Sus trabajos recientes, hacen referencia a El Resplandor, Trainspotting, y la pintura de Johannes Vermeer, The Milkmaid. La familiaridad busca acercarte demasiado para que Cuartas susurre en tu oído, "no conoces esto tan bien como crees conocerlo".
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"Cuando la gente ve algo una y otra vez, dejan de prestar atención", dice Cuartas. En sus fotografías, Cuartas se centra en un mundo familiar, se encierra en algo que ha sido pasado de largo, y reinterpreta toda una escena alrededor de ellos. Es una habilidad que desarrolló desde niña y que ha ido perfeccionando desde entonces.
Cuartas creció en la iglesia, y durante 16 años, su pasado, presente, y futuro pertenecieron a ésta. Pero cuando era adolescente, algo cambió en ella. El tiempo ganó forma y el futuro se transformó en un lugar de posibilidades. "Mi meta era ayudar a otros, y me di cuenta de que esto era posible sin tener que ser una monja", Cuartas comenta.
Una vez fuera de la iglesia, comenzó a experimentar con diferentes tipos de arte. Luego encontró la fotografía. "Se convirtió en un lugar surreal", Cuartas explica. "Un lugar para crear historias sin límites, donde todo puede pasar". La fotografía la ayudó a reenfocar su vida en las partes que había descuidado, y que representa en su serie ,Peccato Carnale ("Pecado Carnal" en italiano), donde las monjas vestidas de blanco y negro usan rímel y lipstick rojo, mientras sostienen carne o sus propios senos.
Los olvidados se convierten en los protagonistas en la obra de Cuartas. Y aunque su estética varíe, su devoción hacia ellos no lo hace.En Lysergic Fucsia, Cuartas toma las emociones que cada personaje de Trainspotting le cuesta trabajo mostrar, y las revela a través de expresiones faciales.
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En Room 238, crea su propia versión del Cuarto 238 de El Resplandor, dándole a los espectadores una oportunidad de ver las relaciones detrás de las puertas cerradas.
En Blauwe Maid, transforma Milkmaid de Vermeer en una fantasía.
En su naturaleza muerta, clips y teléfonos son despojados de su función cotidiana, y personificados en una pelea de colores brillantes. Como espectadores, estamos destinados a relacionarnos con la anomalía entre lo uniforme.
En su trabajo más reciente, No Makeup, la imagen es natural, bella feminidad. Cuartas planea viajar a diez países diferentes, liberando a las mujeres de su maquillaje para representar a una heroína. A la fecha, el catálogo incluye a modelos de Argentina, Perú, Panamá y Colombia. La Habana, Cuba, es el siguiente destino en su lista.
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