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musica electrónica

Convierte tu cuerpo en un instrumento musical con este sistema de sonido

Un instrumento hecho a mano que te transformará en un sintetizador.
Sergey Kasich tocando con el FingerRing en el Electro Theater en Moscú, en mayo del 2016. Imagen cortesía del artista. 

La conductividad eléctrica de la piel humana está en el corazón del instrumento experimental del artista de sonido HTM  (hazlo tú mismo) y aventurero musical ruso Sergey Tasich, FingerRing. Inspirado por el sonido del pasado, Kasich usa el cuerpo humano como cable de alta resistencia, junto con un cable de audio y varias fuentes de audiencia para crear un instrumento multi-canal de collage de sonido.

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“El núcleo de cualquier enrutador es solo un conductor, que cambia direcciones”, Kasich le dice a The Creators Project. “Entonces, si el cuerpo es un conductor móvil se convierte en un enrutador en sí”.

Aunque FingerRing creció de una epifanía en donde Kasich juntaba algunos cables, también estaba inspirado por un rango de instrumentos musicales, interfaces de audio hackeadas y simples movimientos humanos. Volteó la mirada a instrumentos de música folk, el theremín, y música con sonido, en donde la falta de estandarización y la abundancia de inestabilidad del sistema, fuerzan al intérprete a compensar con ajustes “mano a oído” durante actuaciones en vivo.

Kasich también encontró inspiración en los acercamientos de hackeo para interfaces musicales por pioneros como Nickolas Collings y Michael Wisheviz. Las técnicas de conductividad corporal también influenciaron FingerRing, particularmente el trabajo del artista japonés Ai Wade (con quien Kasich tocó el año pasado en el Takamatsu Media Art Festival).

Para crear un FingerRing, Kasich explica que lo único que se necesita son fuentes de sonido que tengan una salida eléctrica, como unos audífonos de un Smartphone o una radio. Luego, enchufar cables adecuados en las salidas y poner las extremidades en una mesa, juntando las entradas con pinzas de cocodrilo o alambres, mientras se detienen en con cinta. De ahí, el sonido puede llevarse a muchas direcciones, amplificado con bocinas con entradas analógicas.

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“Esta es la organización más simple de FingerRing—el “primer nivel de interface”, dice Kasich. “No cuesta nada, pero tiene el sonido más débil y sucio. Para hacerlo más controlable puedes usar una consola con auxiliar o subgrupos, si tienes una, pero puedes conseguir una sin esto también”.

Kasich dice que solo la fuente, dirección y volumen pueden controlarse con esta organización. Para reducir el siseo y el zumbido de 50-70 Hz (debido al volumen del cuerpo y alta resistencia), dice que los usuarios pueden pasar al “segundo nivel de interface” comprando un preamplificador barato que puede situarse entre las fuentes de sonido y el dedo. El tercer nivel involucra construir paneles conductivos personalizados (ejemplificados aquí) para un diseño más confiable, junto con mejores cables.

“Siempre deben de ser cuidadosos, porque, aunque sea baja corriente y electricidad, te incluyes en los esquemas de la electricidad”, advierte Kasich. “Y hay solo pocos transformadores entre tu y una carga mortal de 210-240 V. No hay un aislante entre el esquema y tu”.

“Entonces, por ejemplo, si usaras un amplificador poderoso entre la fuente de sonido y la primera mano, tendrías el peligro de una leve electrocución”, añade. “Es una forma muy vital de tocar música electrónica. En verdad puedes sentir como el sonido electrónico fluye a través de ti”.

Kasich espera que otros músicos experimentales y artistas de sonido se sumen al protocolo de exploración de FingerRing, “FingerRing Party”. Para esto, construyen un FingerRing, invitan a artistas de sonido locales, graban un video de la actuación y se lo mandan a Kasich. La primera FingerRing Party está pensada para hoy en la Academia di Belle Arti di Brera Milano, Brera 2 en Milan, Italia. También habrá un show en Londres la semana que viene, y uno en Moscú en diciembre.

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Haz click aquí para ver más trabajo de Sergey Kasich, y aquí para más información sobre FingerRing.

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