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Explotación Minera

El conflicto de la explotación minera a cielo abierto documentado en un comic interactivo

Periodismo en forma de novela gráfica.
Todas las imágenes cortesía del artista.

"La guerra por el agua" es una obra que desbarata el axioma prejuicioso que etiqueta a la historieta como lectura ligera. Mientras, responde al interrogante de cómo contar de manera interesante el atropello de una empresa multinacional sobre unos ciudadanos desprotegidos.
El web cómic que hicieron entre Jesús Cossio (historietista) que dibujó, Nelly Luna (periodista) que trabajó en el guión y Jasón Martínez (informático) en la programación, cuenta la injusticia arbitraria que sufren los agricultores del valle de Tambo en Arequipa, al sur de Perú, por parte de una empresa minera multinacional que pugna por robarles el agua.

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Además de proponer una temática tan interesante y comprometida, los autores tuvieron el acierto de encararla con un enfoque periodístico riguroso. Los datos que ofrece "La guerra por el agua" es información corroborada, son hechos reales que muestran la magnitud del conflicto, la desigualdad entre los actores y lo obsceno de los montos económicos. Así logran una atmósfera documental exquisita.

Pero no se quedan en la mera exposición de datos concretos. Ensayan una explicación a partir de los fundamentos estadísticos y del concepto de "Dependencia Minera". Es decir: las autoridades permiten a las mineras hacer lo que se les antoja con los derechos de los residentes peruanos, porque el Estado depende de los impuestos que pagan esas empresas.

Sería como una "banalidad del mal" de Hannah Arendt, pero modelo siglo XXI: barrenar una montaña hasta dejar un hueco en la tierra, contaminar ríos para separar los minerales rentables, aniquilar a la agricultura y a los campesinos de la zona, no importa tanto como recaudar impuestos para engrosar las arcas del Estado. Y ni siquiera esto es tan así, como lo explica la obra.

En esta entrevista de Creators con Jesús Cossio, podremos leer como fue el proceso productivo, la dinámica laboral del equipo, detalles creativos y esas cosas. Además, nos comenta las inquietudes impulsan "Las increíbles aventuras del hombre que NO se hacía dramas", su historieta con más de 170.000 seguidores en Facebook.

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¿Cómo nació, o cómo te llegó la propuesta de hacer "La guerra por el agua"?

Nelly Luna, periodista de Ojo-Público, un grupo de periodismo independiente de Lima, me contactó para proponerme trabajar con ellos un web cómic interactivo. Fue el primero de su tipo en Perú y uno de los primeros en Sudamérica.

Ojo-Público apuesta por las innovaciones en el periodismo y a mí me interesó de inmediato aprender más del formato web, así que fue una buena conjunción de intereses.

¿Cómo se dio la dinámica de trabajo en las diferentes etapas?

Hicimos un plan de trabajo que incluía: fechas del viaje de documentación; redacción del guion; diseño de las secuencias y dibujo, después la programación.

En la segunda reunión se nos unió en la planificación Jasón Martínez, un programador web de Ojo-Público. Él nos daba las pautas de lo que se podía hacer y cómo hacerlo. Lo primero que hicimos fue viajar a la zona del conflicto agroambiental, el valle de Tambo en Arequipa. Mientras Nelly hacía las entrevistas, yo tomaba notas y al final del día discutíamos el material con Jasón para figurar como insertarlo en el cómic web.

De regreso en Lima, Nelly se tomó unas semanas para redactar un guión mientras nos reuníamos para decidir en base a las fotos y entrevistas que escenas tendría que dibujar. Paulatinamente, cargamos a una versión de prueba algunos dibujos y textos, para corregir algunas cosas.

¿Costó lograr el equilibrio entre los elementos narrativos y los datos concretos? O llegar a esa atmósfera entre infografía por momentos y cuento costumbrista.

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Lo que más costó fue sintetizar los datos para hacer un web cómic de lectura ágil.

Nuestro referente no era exactamente la infografía, sino los cómics impresos, y naturalmente algunos web comics como el que hizo Joe Sacco sobre Srebrenica. Siempre tuvimos claro que nuestra historia era sobre la gente del valle agrícola, así que eso fue la base y lo que nos permitió lograr ese acercamiento costumbrista.

¿Qué técnicas, plásticas o digitales, utilizaste o utilizas en general?

Por lo general, algo sencillo: lápiz, pincel recargable, papel, estilógrafos. Escaneo y limpio en la computadora,

¿Qué respuesta tuvieron del público, los colegas, el entorno y demás?

Muy buena, el web cómic tuvo cerca de 300,000 lecturas en dos meses y fue muy compartido. Ha sido mencionado en artículos periodísticos de Latinoamérica. He recibido comentarios muy positivos de colegas dibujantes.

¿Cómo nació tu interés o gusto, por utilizar datos o historias reales en tus creaciones? Esta pregunta es referida no sólo a "La guerra por el agua", también por "Rupay" y "Barbarie".

Cuando salió el Informe Final de la Comisión de la Verdad en Perú, la reacción de sectores conservadores fue tan negacionista e insensible que motivó que yo intente colaborar con mis dibujos para hacerle frente a semejante actitud reaccionaria.

¿Tienes una rutina de trabajo?

No realmente. Depende de lo que esté dibujando.

¿Cómo se te desarrolló, y cómo alimentas esa mirada ácida y corrosiva sobre la vida y lo cotidiano que despachas en "Las increíbles aventuras del hombre que no se hacía dramas" y "Mala Onda"?

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Creo que tiene que ver con la exposición pública y a veces desaforada que a veces hacemos de nuestras vidas en las redes, y de las apariencias que tratamos de lograr con ello. En "Las increíbles aventuras del hombre que no se hacía dramas", además, trato de cuestionar la ideología del amor romántico, que tantos dolores de cabeza (y de corazón y de tripas) nos trae.

Puedes visitar los siguientes cómics, en línea: Las increíbles aventuras del hombre que NO se hacía dramas, Mala Onda y, por supuesto, La guerra por el agua.


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