FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

Hadefobia es el miedo al hades

¿Te aterroriza pasar la eternidad en un sucio agujero de destrucción...eterna?

Te aterroriza pasar la eternidad en un sucio agujero de destrucción…eterna? ¿Un lugar horrible donde demonios te arrancan los párpados, obligándote a observar tus peores memorias una y otra vez? ¿Súcubos arrancan capas de tu piel, reemplazándola con un abrigo de gusanos? ¿Un estrato de perdición en el que el fuego debajo de tus pies nunca se extingue y simboliza la eterna obscuridad más negra que hay? ¿Un lugar donde existirás perpetuamente, atormentado, llorando y rechinando tus dientes, con nadie aparte del diablo en persona para escuchar tus aullidos de terror? Si es así, tal vez sufras de una condición llamada hadefobia, o “el miedo irracional al infierno”. De acuerdo a varias páginas de salud mental, los hadefobos experimentan síntomas físicos incluyendo palpitaciones, sudor, nausea e hiperventilación, mientras que los síntomas psicológicos incluyen sentirse fuera de control, atrapado, incapaz de escapar y con un intenso sentimiento de perdición inevitable. Al igual que otras fobias crónicas, la hadefobia puede ser ocasionada por un trauma muy real, con el miedo al infierno uniéndose al miedo de la vida real. No es sorprendente que prolifere entre personas criadas en ambientes muy religiosos, porque para temerle al infierno hay que creer en él. Según una encuesta del 2009 del Pew Forum, el 59 por ciento de los estadounidenses piensa que si escarbas lo suficiente en la tierra, llegarás al reino de Satanás, donde él y sus amigos demonios torturan a los malhechores por toda la eternidad. Para tener una idea de lo que sufren estos cabrones, pasé un tiempo en línea en foros cristianos. Casi todos los hadefobos que encontré me hablaron de estar atemorizados, confundidos y de haber perdido las ganas de vivir. Casi todos escribían infierno con una I mayúscula. Aquí hay un poco de todo el tiempo que pasé troleando el ciberespacio satánico: Clinton escribe: “Apenas tengo ganas de vivir…siempre tengo pesadillas de demonios y serpientes. Me preocupo por un Dios que, despreciablemente, torturaría a mis amigos ateos. A veces siento tanto temor que me gustaría morir solo para no vivir con este miedo a lo desconocido que hay del otro lado”. Depressed Girl expresó un sentimiento similar: “No se cómo decirles qué tanto me atemoriza: ni siquiera me puedo imaginar ardiendo en el fuego. Sé que cometí pecados, incluso me arrepentí, pero sé que Dios me va a castigar y arderé en el Infierno. No puedo disfrutar la vida, todo el tiempo pienso en el Infierno y el castigo, estoy experimentando un Infierno en vida”. Somedude se preocupa por sus amigos que no le temen a Dios: “La mayoría de los cristianos creen que si aceptas a Jesús, quedas salvado. Eso está bien para mí; pero ¿qué hay de los demás? ¿Un dios de amor permitiría el sufrimiento eterno? ¿Cómo puede alguien disfrutar del cielo sabiendo que hay gente sufriendo por toda la eternidad?”. Es una buena pregunta que atrajo una gran variedad de respuestas. “Reza por eso” parecía el consejo más frecuente, mientras otros sugerían asistencia médica. Posando como alguien que sufría de hadefobia, comencé algunas conversaciones para ver qué me sugerían mis compañeros de foro. Pronto descubrí que navegar sitios de discusiones cristianas puede ser engañoso. Me distraía en cada vuelta: primero, para escoger el ícono de mi estado de ánimo, escogí el de alabando; después, tratando de descubrir cómo obtener bendiciones, hay que comprarlas; y finalmente con los temas. “¿La relajación muscular peligrosa?” preguntaba alguien. Otro: “¿Los ángeles nos juzgan por nuestra apariencia?”, espero que no, porque no creo que el infierno sea lo suficientemente grande para tanto cabrón horrible que hay ahí afuera. Después de cuatro días, no sólo tenía algunas respuestas, sino que alguien me había comprado 300 bendiciones. El primer comentario, de un tipo con 1,066,312 bendiciones fue muy seco: “Sólo hay eternidad y el abismo incruzable. Sólo hay juicio y muerte. Vida eterna para los verdaderos cristianos y muerte eterna para aquellos que son malvados. Los dos jamás volverán a compartir consciencia”. Una linda dama con 100,684,682 bendiciones, citó una frase del período cristiano de Bob Dylan: “Tus síntomas son sólo uno de los tantos síntomas de destructividad que acompaña a la religión. Sería bueno examinar tus motivaciones de fe y tomar en consideración lo que sería mejor para tu salud mental”. Otro hombre, orgulloso poseedor de 696,926 bendiciones, pegó una imagen de un mariguano con una guitarra y el subtítulo: “Si crees que hay un lugar en llamas donde la gente arde por toda la eternidad, sería normal y natural paralizarse de miedo. Afortunadamente, no hay tal lugar. La Biblia especifica que el pago por el pecado es la muerte, no tortura eterna en el infierno (Romanos 6:23). Creo que es una vergüenza que haya personas tratando de atemorizarnos con cuentos de tormento eterno”. Fue en ese momento en el que me comenzó a gustar mucho el foro y los consejos que me estaban dando. En un esfuerzo por ser objetiva y dar una buena opinión, también pasé un tiempo chateando con Rick Lannoye, autor del libro Hell? No! Why You Can Be Certain There Is No Such Place as Hell. Ofreciendo ayudarle a los hadefobos de todo el mundo, este texto es una deconstrucción factual del concepto de infierno, utilizando las escrituras para mostrar que Jesús nunca citó tal lugar. Rick me dijo: “Me convirtieron al cristianismo evangélico a la tierna edad de 14. Entiendo cómo la falta de razón de un adulto te hace más vulnerable al condicionamiento emocional, a vivir atemorizado de que existe el infierno”. Agregó que es muy irresponsable que adultos inculquen ese miedo en la mente de niños inocentes que no son lo suficientemente maduros para discernir entre amenazas reales e irreales. Le llevó a Rick más de 20 años de investigación, compilada en Hell? No!, sobreponerse a su miedo, y espera que este libro le ayude a otros que han sido manipulados a través de las escrituras por falsos maestros. Garantiza que se puede llegar a un conocimiento certero de que Dios jamás dañará a nadie, ni por un momento, mucho menos por la eternidad. Mi consejo favorito, sin embargo, viene de una persona del foro cristiano que usa el nombre Iranian. Dice: “Vive la vida como una persona normal, y si Dios te manda al infierno, es un pendejo”. Amén a eso, broder