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¿Por qué John Cage es tan importante para la música y las artes visuales?

Entre sonatas, homenajes a Duchamp y poesía se convirtió en uno de los artistas más importantes del siglo XX.

Uno de los precursores de la música y la composición posmoderna de la segunda mitad del siglo XX fue John Cage, y las aportaciones que hizo a este ámbito lo dejaron plasmado en la historia del arte contemporáneo; fue la inspiración para muchos compositores y grupos como Radiohead y Aphex Twin.

Su trabajo fue elaborado en el pleno apogeo del expresionismo y el movimiento avant-garde de Estados Unidos; su misma participación en Black Mountain College lo llevó a fusionar su trabajo con otros artistas de la época como Robert Rauschenberg y Merce Cunningham para agregar más elementos diferentes a la composición musical.

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Aunque su reconocimiento viene de sus aportaciones al mundo musical, también invirtió tiempo en otras áreas artísticas como las artes visuales y la poesía. Durante sus años activos se dedicó a la creación de varias series de pinturas y litografías como “Not Wanting to Say Anything About Marcel”, una serie de ocho paneles de plexiglás rindiendo homenaje a Marcel Duchamp un año después de su muerte; él título es una cita a Jasper Johns cuando le hicieron una pregunta referente a Duchamp. Otra de las piezas visuales que creó Cage fue “Score Without Parts (40 Drawings by Thoreau)”, inspirado por sus composiciones musicales y Henry David Thoreau, creó esta serie de dibujos reemplazando las notas musicales en el pentagrama.

En cuanto a la poesía y otros trabajos literarios, John Cage originalmente buscaba ser escritor hasta que desistió de la práctica para dedicarse a la composición musical, sintiendo que no podía innovar sólo con palabras. Muchos de sus trabajos fueron publicado en antologías bajo el nombre de “Silence: Lectures and Writings” y “Lecture on Nothing”.

Desde muy temprana edad buscaba convertirse en escritor, ingresó a Pomona College por dos años hasta que desistió de esos estudios dándose cuenta que no era suficiente desafío para convertirse en uno. Viajó por Europa y en esos meses descubrió la música de Bach y Stravinsky, lo que lo llevó a componer sus propias piezas. Al regresar a Estados Unidos comenzó a experimentar con la composición y a tomar clases con Arnold Schoenberg, quien le ofreció ser su maestro si se dedicaba de tiempo completo a la música.

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Sus composiciones fueron inspiradas por la música hindú y la filosofía detrás. Uno de sus primero trabajos fue “Sonatas and Interludes”, en esta composición trató de expresar las ocho emociones permanentes en las tradiciones indias. “Theater Piece No. 1” fue una de sus colaboraciones más grandes; mientras estaba en Black Mountain College incluyó lectura de poesía, danza, fotografía, y la presentación de “White Paintings” de Robert Rauschenberg, mientras cada participante hacía lo suyo, Cage se dedicaba a componer.

“4’33” fue una de las piezas que generó más molestia en la época, pero después fue adorada por los medios, Cage preparó los instrumentos e instrucciones para que tuviera una duración exacta de cuatro minutos y treinta y tres segundos; los participantes se sentaban en silencio y dejaban que los sonidos que los rodeaban crearan la música de manera aleatoria. En sus composiciones buscaba este sentido aleatorio y la incorporación de sonidos producidos por objetos comunes como utensilios de cocina; estos elementos se pueden encontrar en “Number Pieces”, las piezas realizadas en los últimos años de John Cage.

A pesar de tener un estado de salud en decadencia, siguió componiendo y añadiendo elementos a sus piezas para explorar el sonido del ambiente, lo que lo posicionó como uno de los más innovadores de la época.

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