El mini juego de ‘The Witcher 3’ que se convirtió en un increíble juego de cartas coleccionables
Capturas de pantalla de ‘Gwent’ cortesía de CD Projekt RED.

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El mini juego de ‘The Witcher 3’ que se convirtió en un increíble juego de cartas coleccionables

‘Gwent’ es ahora un juego autónomo que supera a ‘Hearthstone’ de maneras sorprendentes.

Gwent está disponible ahora, en una versión beta abierta, lo que significa efectivamente que el juego "completo" —a pesar de que implementarán una gran cantidad de actualizaciones— está disponible de forma gratuita. Lo que comenzó como un mini juego dentro del título de The Witcher 3: Wild Hunt de CD Projekt RED, se ha convertido en un juego de cartas coleccionables independiente. No podría estar más contento con eso.

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Antes de Gwent, mi juego preferido era —y lo sigue siendo para muchas personas— Hearthstone, de Blizzard. Pero después de haber pasado el tiempo suficiente con Gwent —lo suficiente para admitir cómodamente un cierto grado de adicción—, se ha convertido rápidamente en uno de mis juegos predilectos de cartas, sin duda mi juego favorito de 2017 hasta el momento, y ha hecho que me interese el universo de The Witcher de una manera que no esperaba en absoluto.

Si Hearthstone es la experiencia de nivel principiante —un pie en la puerta para los recién llegados a este tipo de juego— Gwent se siente como un paso adelante: Lleva al siguiente nivel tus conocimientos sobre maná, puntos de vida, estrategias de ataque y defensa, y otras clases de equilibrio de valores.

Esto no quiere decir que los dos juegos sean comparables en su totalidad, pero ambos son juegos de cartas coleccionables en un mundo de fantasía, salidos de franquicias más grandes (Hearthstone, en caso de que no estés al tanto, incluye personajes de la serie de Warcraft), así que son lo suficientemente similares como para justificar una exploración más profunda de por qué Gwent me ha alejado del título de Blizzard.

Capturas de pantalla de 'Gwent' cortesía de CD Projekt RED.

Capturas de pantalla de 'Gwent' cortesía de CD Projekt RED.


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En las áreas donde Hearthstone se queda corto, Gwent cumple las expectativas. En el primero, es común que una partida termine en sus primeros turnos, debido a un mal emparejamiento, un comienzo apresurado, o una mala etapa de selección de cartas. Hay momentos en los que sabes que no tiene sentido jugar ciertos juegos antes de que haya comenzada el turno inicial.

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Pero en Gwent, este problema es increíblemente raro y tiene consecuencias para ambos jugadores. Mientras que en Hearthstone la carta de Flamestrike puede diezmar a los oponentes en un solo movimiento, relativamente libre de riesgo, Gwent no tiene realmente una solución "general", excepto quizás por su tarjeta First Light, que ni siquiera está disponible para las cuatro facciones del juego. Como tal, la composición del mazo es más que mera fuerza de ataque, se trata de añadir tipos específicos de bonos y combinaciones: Es muy divertido averiguar qué funciona y qué no.

La anticipación, las reacciones, las predicciones y las apuestas ocasionales son las cualidades primordiales que el jugador necesita para sacar el máximo provecho de Gwent.

Gwent trata menos sobre colecciones específicas, y más sobre qué hacer con las cartas que tienes, lo que también es cierto en Hearthstone, pero en éste hay más énfasis en comprar cartas legendarias, sin límite de cuántas usar en el mazo. Gwent impone un límite a sus tarjetas de oro y plata, lo que obliga al jugador a comprender mejor el manejo de las cartas básicas y raras. Tampoco hay " curva de maná" en Gwent, un hecho que funciona a su favor: algo que es vital en el juego de Blizzard, para desarrollar el curso de cada partida, desaparece, lo que deja a los jugadores libres para jugar lo quieran y divertirse.

La anticipación, las reacciones, las predicciones y las apuestas ocasionales son las cualidades primordiales que el jugador necesita para sacar el máximo provecho de Gwent. También puedes —y debes— hacer algunos bluffs. Es como si el póquer, Euchre y Magic: The Gathering tuvieran un bebé, y fuera el primero de la familia en obtener un título en diseño de juegos. Guerra psicológica, juegos mentales, riesgos y recompensas, todo está aquí, y hay un misterio puro y alegre en cada turno durante el curso de cada partida.

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Estoy dejando de lado muchos de los aspectos mecánicos más profundos y particulares de Hearthstone y Gwent, para no confundir a aquellos que no han pasado mucho tiempo con el primero, pero están tentados a probar el segundo, después de haberlo disfrutado en The Witcher 3. Y eso es porque, en verdad, esas profundidades pierden piso con bastante rapidez.


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Pero para ir al núcleo de la discusión: Gwent es un juego donde importa cada momento, mientras que Hearthstone, cuyas fallas sólo se han exacerbado con el tiempo, se trata de mantener el impulso, pero sigue siendo víctima de callejones sin salida y oportunidades desperdiciadas.

Gwent es más interesante en este momento, y, por supuesto, se debe en parte al factor de la frescura, pero también porque es muy fácil adaptarse, y es mucho más amigable con el jugador que su predecesor. Es un juego donde la previsión es recompensada, y las grandes jugadas sólo acaban con las rondas finales, no los juegos enteros.

Capturas de pantalla de 'Gwent' cortesía de CD Projekt RED.

Sin embargo, tiene mucho camino por recorrer antes de que pueda desafiar a Hearthstone como el principal juego de cartas coleccionables del mercado. Además, su lanzamiento tuvo algunos problemas: he encontrado algunos glitches, bugs y fallas en el servidor, el balanceo ha sido un dolor de cabeza, y no hay duda de que necesita pasar de la PC y las consolas a las tabletas y los teléfonos lo antes posible. También necesita que su campaña de un solo jugador salga próximamente. Pero hay algo sobre Gwent en este momento que lo vuelve sumamente atractivo (lo suficiente como para hacerme empezar The Witcher 2 y luego comprarme The Wild Hunt, para cuando lo haya terminado).

Puede que tenga algo que ver con el mundo fantástico pero fundamentado en el que está ambientado. The Witcher no es una serie en la que las cosas suceden, sino que se adhiriere a su propia lógica, a sus propias jerarquías sociales y a su política geográfica. Tal vez es la falta de restricciones mezquinas relacionadas con misiones cotidianas, o esas animaciones magníficas que puedes ver cada que actualizas tus cartas. No es un solo elemento lo que llama mi atención en este momento: es el hecho de que todo el juego es sorprendentemente mucho más que la suma de sus partes ricas en precedentes.

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