Ilustraciones medievales de ‘La Divina Comedia’
Casio, Judas, y Bruto, siendo masticados en el último círculo del infierno. Dante y Virgilio, Canto XXXIV. 

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Ilustraciones medievales de ‘La Divina Comedia’

El Bosco tuvo que haberse inspirado de algo...

Es probable que no exista obra literaria renacentista más importante, atemporal y fundamental que el poema narrativo de Dante Alighieri, La Divina Comedia. Abajo, puedes ver una serie de ilustraciones, creadas por Priamo della Quercia (Infierno) y Giovanni di Paolo di Grazia (Cielo y Purgatorio) en el siglo XV (entre 1440 y 1450), en un libro que perteneció a Alfonso V, Rey de Aragón, y terminó en las manos del Museo Británico en 1941. A la par de unos datos curiosos sobre el poema más famoso de su lengua.

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Dante cruzando el río Aqueronte por Caronte en las líneas finales del Canto III en el Infierno.

Los pecadores cardinales siendo castigados en el Infierno.

Dante y Virgilio entrando al cuarto círculo, con Plutus Avaricius, los prodigios y los iracundos.

Virgilio y Dante entrando al octavo círculo, el de los adúlteros, seductores y aduladores.

La obra fue construida como una proeza matemática sin precedentes: 33 cantos en cada parte, a saber, Infierno, Purgatorio y Cielo más el canto introductorio, que termina con un número exacto de 100 cantos, donde cada canto se compone por estrofas de 3 versos endecasílabos y el simbolismo detrás del número tres hace alusión tanto a la trinidad de la religión católica como a los tres estados por los que pasa Dante y los tres personajes principales de la obra, a saber, Dante, Beatriz y Virgilio quienes personifican al hombre, la fe y la razón, respectivamente. Además, claro, el número de círculos en el infierno, 9, en el purgatorio, 7, donde éste representa el número de pecados capitales, y en las esferas celestes en el cielo, 9. Requeriría un ensayo entero solamente dedicado a las figuras numéricas en la obra para ilustrar de manera completa el genio matemático de Alighieri, pero al menos esto da una idea.

Dante y Virgilio encontrándose con grupos de falsificadores, alquimistas y estafadores.

Casio, Judas, y Bruto, siendo masticados en el último círculo del infierno. Dante y Virgilio, Canto XXXIV.

Dante y Virgilio en las puertas del purgatorio, los orgullosos cargando piedras pesadas.

Escrita en sorprendentemente toscano y no en latín, mismo que evolucionaría posteriormente al italiano que se conoce hoy en día, la obra era originalmente llamada simplemente Commedia, y no fue hasta que el humanista y escritor Giovanni Boccaccio la discutió públicamente que se le agregó la palabra "divina".

Dante y Virgilio observando el destino de los lujuriosos.

Dante y Virgilio ven la tumba del Papa Anastasio y los tres círculos de los violentos, suicidas y otros malhechores, en el Canto XI.

Dante y Virgilio encuentran a los sembradores de discordia, escandalosos y cismáticos, incluyendo a Mohammed y Bertrand de Born, en el Canto XXVIII.

La Divina Comedia fue inspirada en la musa y amada de Dante, Beatriz, a quien conoció brevemente durante su infancia y posteriormente, de adultos, pero cuando ella ya estaba casada, además murió repentinamente tan sólo un año después.

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Dante encontrándose a Cassella y a Catúlo.

Dante, Virgilio y otros en el paraíso terrenal.

La obra ha influenciado temáticamente incontables creaciones artísticas y representaciones de pasajes completos; artistas como Dalí, Gustave Doré, William Blake, Botticelli tomaron cartas en el asunto con ilustraciones que retrataron extensivamente las palabras de Alighieri.

Beatriz explica a Dante que el universo es una jerarquía de seres, con criaturas desprovistas de razón en el principio del "mar del ser", y que en el cielo como nueve esferas son regidas por la figura del amor.

Dante, con el sol del amor en su pecho, se encuentra con monjas y hombres desnudos, incluyendo los espíritus de Piccarda y Constance, en el Paraíso, Canto III.

Dante y Beatriz en la esfera del sol siendo recibidos por Tomás de Aquino y Alberto Magno, mientras otras grandes autoridades intelectuales (Doctores de la Iglesia) son sentados debajo, incluyendo a Bede, Ambrosio, Isidoro y Boecio.

Dante y Beatriz ascendiendo al cielo de Saturno.

Dante y Beatriz antes de la visión de Dante de la Virgen.