¿Por qué se quieren suicidar los inmigrantes que son encarcelados en EEUU?

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Luke R. había sido diagnosticado con esquizofrenia unos cinco años antes de ser encarcelado en una instalación correccional del Condado de Orange en Nueva York, Estados Unidos.

Los funcionarios del centro de detención de inmigrantes supuestamente sabían de su enfermedad mental, pero no lo trataron adecuadamente, según un nuevo informe publicado este mes por Human Rights Watch (HRW) y la asociación que atiende a personas en confinamiento, CIVIC.

En lugar de eso, durante casi un año —de noviembre de 2015 a marzo de 2016—a Luke se le suministraron medicamentos innecesarios y fue puesto en aislamiento, en lugar de tratar adecuadamente los síntomas.

Luke, originario de Guyana, pasó meses sin atención adecuada antes de intentar suicidarse en marzo del año pasado, según el informe. Semanas más tarde, fue trasladado a un centro de salud mental en Carolina del Sur.

Luke —quien residía sin documentación legal en EE.UU.— tenía un caso pendiente en el condado de Orange por "destrucción de propiedad", y recientemente fue deportado, informó su exabogado, Luis Mancheno.

"Este es definitivamente uno de los casos más difíciles más tristes en los que trabajé", dijo Mancheno. "Había muchos obstáculos y barreras que el sistema puso en su camino que terminó poniendo en peligro su vida y separándolo de su familia para siempre".

Los defensores de los derechos de los inmigrantes dicen que la experiencia de Luke no es algo atípico para los inmigrantes en los centros de detención de la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), y es que la atención médica en estos lugares es inaceptable.

El informe publicado a principios de este mes por CIVIC y HRW evidencia los fracasos sistemáticos de los centros de detención, que pueden llevar a los inmigrantes al grado del suicidio.

Según el informe conjunto, los inmigrantes detenidos en centros privados y públicos continuamente están expuestos a abusos y negligencia médica. En algunos casos, la falta de atención adecuada, así como la mala supervisión de ICE, ha llevado a la muerte prematura y prevenible de los inmigrantes detenidos.

"Su prioridad para detener a la gente es mucho más alta que la prioridad para mantener a las personas seguras", dijo Grace Meng, investigadora de Human Rights Watch.

Para el informe, solicitaron a médicos independientes revisar los registros de salud y las investigaciones de ICE en 18 muertes al interior de centros de detención de 2012 a 2015.

Lo que los expertos encontraron es que la atención deficiente contribuyó a 16 de 18 muertes por suicidio. De acuerdo con su análisis, las instalaciones a menudo no cumplen con las normas médicas propias de ICE, quienes no atienden adecuadamente las emergencias y contratan personal médico no calificado y escaso.

En la prisión del condado de York, una instalación de ICE en Pensilvania, otra persona que murió por suicidio en octubre de 2013, fue enviado a aislamiento más de 12 veces debido a problemas de salud mental.

"Ellos no tomaron en serio el hecho de que ella era suicida", dijo Meng. "La investigación encontró que la gente pensaba que ella estaba buscando atención, estos son especialistas médicos que trabajan en la instalación".

A pesar de ser consciente de estos defectos institucionales, ICE ha hecho muy poco para corregir los problemas en su sistema de atención médica o mantener las instalaciones.

Por su parte la portavoz del ICE, Nina Pruneda, aseguró que la agencia está "comprometida en asegurar el bienestar de todos los detenidos". Dice que ICE proporciona un examen físico inicial y un tratamiento de seguimiento para cualquier persona con problemas de salud.

"Todos los detenidos de ICE, independientemente de su ubicación, pueden esperar respuestas oportunas y apropiadas a las solicitudes médicas emergentes y la oportuna atención médica adecuada durante su detención ", respondió por correo electrónico.

Pero el informe de CIVIC y HRW pinta una imagen muy diferente y algunos activistas se preocupan de que las condiciones médicas sólo empeorarán durante la administración del presidente Donald Trump.

Y es que a principios de este año, Trump cerró la Oficina de Política y Planificación de Detención del Departamento de Seguridad Interior de los Estados Unidos, que había dirigido sus esfuerzos en reformar las políticas de detención de ICE.

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