FYI.

This story is over 5 years old.

Música

El porno de Gustavo Cerati

Vamos a hacerles un “zoom anatómico”, un “macro porno intenso” al mejor estilo Cerati.

Como buen rockstar, Cerati fue un tipo que siempre emanó sexualidad. No solo por todos los looks que adoptó a lo largo de su carrera -desde la era del rimel hasta la pinta futurista de Fuerza natural- sino también por sus letras, que, en unos casos, abren el apetito a la carne y, en muchos otros, cargan una poesía única entre palabras precisas y bien amarradas que recalientan los motores de hasta el más mojigato. Es normal que un ícono de su calibre nos hiciera soñar, emocionar y disfrutar, algunas veces con un sentido mucho más erótico de lo que se puedan imaginar.

Publicidad

En esa parte de su discografía que se divide entre Soda Stereo y su faceta solista, Cerati trató temas como el sexo oral, los orgasmos, la penetración y, literalmente, comernos unos a otros. Lo hizo con una sutileza que, si no se escucha con mucho cuidado, los mensajes que lleva pueden pasar desapercibidos. Como él mismo diría, es puro “macro porno intenso” que casi que subliminalmente nos induce a arrancarnos la ropa y machucar con elegancia. A lo que da.

Hoy, en el que sería su cumpleaños 57, nos adentramos al lado rojo pasión de esta leyenda, a su porno.

“La Cúpula”

“Te rescataré, te rescataré.
Los guardianes pierden el honor, aprovechemos.
Hay tanta cama a nuestro alrededor”.

Aparte del hecho de que esta canción originalmente se iba a llamar “La cópula”, es una clara proposición a abrirse de todo por un rato e irse a lo oscurito. Sin miedo: a lo que vinimos.

“Yo conozco ese lugar donde revientan las estrellas,
yo conozco la escalera en espiral hacia la cúpula”.

Cerati conocía bien el camino para darte el polvo de tu vida.

“Es amor lo que sangra desde el cielo en la cúpula”.

Alguien le tenía que cantar a esa unión visceral entre la sangre y el sexo. Bien sucio.

"Jugo de luna"

“En este cuarto no hay gravedad, empiezas a temblar”.

Solos, encerrados y los temblores del orgasmo asomando en nuestra habitación.

“Por perderme en un zigzag frenético…”.

La lengua contra la carne que da vida, moviéndose a toda velocidad con una sola destinación.

Publicidad

“En una gota cabe el universo, cuando arqueás el cuerpo. Y vengo a besar un profundo manantial”

La mujer estremecida, doblada sobre su espina dorsal, y su jugo cósmico brotando sobre tu cara como bautizándote.

"Zoom"

“Quiero un zoom anatómico”.

No hay frase que defina mejor al sexo, a la cópula misma. Es el coito hecho palabra.

“Entre tus labios de plata y mi acero inolvidable, quiero un loop”.

De frente al amante, labio a labio, pelvis a pelvis, palmoteando repetidamente en un bucle de excitación adictivo.

“Voy a hacerte un macro porno intenso”.

Quererle ver tan de cerca al otro que el mundo se tiña de solo un color, el color piel.

"Cuando pase el temblor".

“Sè que te encontraré en esas ruinas
ya no tendremos que hablar (que hablar)”

¿Para qué hablar si se puede solamente gozar?

“Te besaré en el templo (lo sé)
será un buen momento”

A esto es a lo que llamamos un momento de erotismo místico.

“Sigo aguardando el temblor, en mi cuerpo”

Así se siente cuando llevas meses sin pichar. Pero tranquilo, ya se viene el temblor.

"Paseo inmoral"

“Y después un paseo inmoral
Noches de longevidad
Estoy detrás del corazón
moviéndolo lentamente
sigo detrás del corazón
Moviéndolo lentamente”.

Llegar a la casa después de una noche de necedad en público, toqueteos debajo de la mesa, antojos inmorales con gente alrededor. Llegar a la casa, empelotarse mutuamente, sentir sus latidos acelerados e iniciar un coito lento pero contundente, con susurros peligrosos al oído.

Publicidad

"Un misil en mi placard"

“Refugiados sobre el diván, buscándonos
agitados por nuestras formas, buscándonos”.

Ese momento previo a la calentura extrema en el que ambos están en busca de sus labios, recorriendo sus cuerpos con las yemas de sus dedos, con el deseo a flote.

“Algo ocurrió, una extraña sensacion, un presentimiento
tuve que dejar de hacer el amor en el momento”.

Aquí se pone explícito hablando de ese momento en el que algo en el ambiente te interrumpe y lo manda todo a la mierda y tienes que pararte, dar una vuelta en la casa, prender un cigarro y luego volver.

"Canción animal"

“Cuero, piel y metal…”

La materia prima de la sexualidad animal.

“No me sirven las palabras, gemir es mejor “

¿Para qué pronunciar otra cosa que no sea la canción animal que llevamos dentro y que buscamos saciar en el otro cada vez que podemos?

"Verbo carne"

“Turbante noche
sigo despierto y sé
que el diablo frecuenta soledades” .

Tú, acostado en la cama, viendo el techo. El diablo, ese recuerdo que llega para revivir el pasado de una noche como esa en la que estabas con esa persona, follando. Ahora estás solo, rememorando. Añorando ese momento.

“La inútil perfección
de buscar el silencio
su verbo vive en mi carne”.

El intento vacío por poner tu mente en blanco, pero en tu cuerpo, como en el suyo, ambos tienen restos de su olor, cicatrices de sus encuentros.

"Amo dejarte así"

“Divina obscenidad
Dar el máximo de piel
Sin librarte de mì
Amo dejarte así”.

Publicidad

Noche, cama, poscoito. Los dos mirándose de frente, con restos de sudor en la piel, con las piernas temblando, con los gemidos del climax todavía calientes en la garganta.

“Palabras profanas
De tu boca pura
Toda mi dulzura
Pendula sobre ti
Amo dejarte así”.

Noche. Cama. Susurros. Las bocas, más que puras, reventadas, y la dulzura que pendula sobre su cuerpo, bueno…todos sabemos de qué se trata, ¿no?

"Juegos de seducción"

“Voy a ser tu mayordomo
y gozaràs el rol de señora bien
o puedo ser tu violador”

Puro sexo fetichista para el más exigente arrecho.

“En la imaginación
esta noche todo lo puede”.

¿Alguien dijo pajazo?

“Y es tu propia piel
la que me hace mover
me hace mover, me hace mover, en extremos”.

Esta parte está dedicada a cuando ya estás en el acto y empiezas a temblar de los sabrosa que está la vaina.

"Persiana americana"

“Tus ropas caen lentamente
Soy un espía, un espectador”.

Una dedicación a esa vecinita que se cambia todas las mañanas frente al espejo y te tiene loco.

“Y el ventilador desgarrandote
Sé que te excita pensar hasta donde llegaré”.

Con un viagra encima no hay límites.

“Es una condena agradable
El instante previo”.

Es el momento previo al polvo. Estás listo, sintiendo esa emoción electrizante previa recorriendo todo tu cuerpo.

"Entre canibales"

“Ah… come de mì, come de mi carne”.

Un grito primero, un grito de placer, y luego ella, abajo, demenuzándonos con su boca.

“El dolor es veneno, nena, y no lo sentirás hasta el fin. Mientras te muevas lento y jadees el nombre que mata…”

Ella tendida, jadeánte, llegando al punto cumbre a través de ese movimiento cadencioso que nos vuelve bestias otra vez.