Este artista usó su colección de porno gay para hacer arte

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Este artista usó su colección de porno gay para hacer arte

Scott Ramsay Kyle hace collages en los que mezcla escenas de porno gay que borda con aguja, hilo y lana.

Todas las imágenes son cortesía de Scott Ramsey Kyle.

Scott Ramsay Kyle, de 34 años, empezó a comprar revistas pornográficas cuando tenía 15 años. Después de pasar un año comprando (a veces llevándose sin pagar) ediciones de Honcho, All Man, Playguy, Bonero Latin Inches de las librerías de Glasgow, Escocia –su ciudad natal– logró coleccionar más de 30 revistas que, como buen adolescente noventero, guardaba debajo de la cama.

En la actualidad, Scott vive en Londres, donde trabaja como consultor para varias marcas, es profesor de diseño de modas en la Universidad de Middlesex y realiza su doctorado en arte en la misma universidad. En 2009 una de sus colecciones se paseó por la Semana de la Moda de Londres, pero, desde entonces, ha decidido llevar su proceso creativo a otros horizontes: mejor dicho, dejar de apuntarle al protagonismo en el mundo de la moda.

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En su búsqueda, Scott desempolvó la colección de revistas y empezó a realizar los collages que ahora llenan su página de Instagram. Para saber más de su relación con el porno gay, la moda, y su proceso creativo, me puse a hablar con él por chat, después de que mi pésima conexión a Internet no nos dejara hablar por Skype.

Esto fue lo que me contó.

Hola Scott. ¿Hace cuánto que estás haciendo estos collages?

En estas imágenes empecé a trabajar hace un año aproximadamente, como parte de la investigación que estaba haciendo para mi doctorado. El trabajo que hago es sobre papel: tomo las imágenes del porno que coleccionaba cuando era adolescente y las intervengo con diferentes texturas, como hilo y lana, para crear los patrones.

O sea que lo que haces es tejer el papel de cierta manera.

Sí. Mi especialidad siempre ha sido el bordado. Mis estudios estuvieron muy enfocados a los textiles, y siempre, en la moda, y en general en mi trabajo artístico, lo que he hecho ha sido un trabajo muy intenso y ornamental de bordado.

¿Y cómo se da eso de trabajar con imágenes sacadas de porno?

Es chistoso porque cuando trabajo con las revistas y con estas imágenes no tengo ninguna reacción particular. Tal vez es por el hecho de que tengo un lado sexual más desarrollado y soy un adulto. Cuando era joven estaba completamente obsesionado con estos hombres inalcanzables, pero ahora me siento un poco alejado. Entre más tiempo pasa me la paso yo mirando imágenes de hombres o de penes: cada vez se van volviendo menos sexuales.

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Suena como que tienes una relación casi sentimental con estas imágenes, más que sexual.

Sí, yo creo que sí. En cierto modo, lo que me despiertan es nostalgia de la época en que las coleccionaba y las miraba. Hoy hay un montón de aplicaciones como Grindr con las que puedes enviar una foto desnudo, o una selfie, a los minutos de haber empezado una conversación con alguien. Recuperar las imágenes de esta revista es como volver a una época en que esa interacción era distinta. Algunos de los hombres que salen en los collages eran muy famosos en los 80 y 90, y eso también contribuye a que sean imágenes que de cierto modo se sienten antiguas.

¿Y cómo resulta la interacción entre el porno y el bordado en tus imágenes? ¿Es algo puramente estético?

Pues, por un lado, desde muy pequeño siempre he sido muy enérgico e hiperactivo, y cuando entré a la Escuela de Arte aprendí a enfocar toda esa energía nerviosa en laborales manuales que me permitían concentrarme por más tiempo en una sola labor. Eso me pasó con el bordado, y desde entonces se ha vuelto algo permanente en mi carrera.

Ya luego, en una etapa más adulta, he encontrado nuevos significados en la técnica. Particularmente con estas imágenes lo que hago es tomar una imagen "controversial" –como dos hombres en un acto sexual, un pene erecto gigante o un ano al descubierto– e incrustarles algo de mi propia identidad a través de mis puntadas. Se vuelve como una especie de pintura que haces con aguja e hilo.

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He descubierto, además, que el acto de bordar y de atravesar la aguja también tiene algo muy erótico, es casi como si la aguja fuera otro pene atravesando otro cuerpo, que en este caso es el papel.

En tus collages se intuye la presencia de penes y de penetraciones, pero todas esas partes están cubiertas por lanas y bordados. Eso en ocasiones parecería también ser un tipo de censura.

Tengo otros trabajos en que esos elementos más sexuales están expuestos. Pero esos no los pongo en Instagram. Las veces que lo he hecho los eliminan.

Pero es chistoso, porque incluso las imágenes en las que tapo las partes "privadas" terminan reportadas por otros usuarios de Instagram. Creo que si produzco una imagen que ofende a alguien tiene que ver más con sus niveles de percepción y tolerancia, que con lo que yo estoy haciendo directamente. Todavía hay un montón de gente que no soporta la sugestión de un pene erecto. Siento que en ese sentido lo que estoy haciendo es más como una especia de anti-censura.

Es curioso entonces que hayas escogido Instagram como la plataforma para mostrar tu trabajo, teniendo en cuenta todo el problema alrededor de la censura de la sexualidad con pezones o penes en esta plataforma.

Sí, pues en realidad cuando trabajo no tengo a Instagram en la cabeza. Es decir, no estoy haciendo estas imágenes pensando en responder a las reglas con las que funciona Instagram. Pero sí me parece curioso recibir este tipo de reportes y censura teniendo en cuenta la cantidad de imágenes que pueden ser escandalosas, pero que por ser de gente que está en el gimnasio se aceptan. Igual no tengo una relación muy estable con Instagram, porque sé que en cualquier momento las imágenes que subo pueden ser eliminadas. Es más como una plataforma donde muestro lo que hago.

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¿Y esa apertura frente a lo sexual se da sólo en tu trabajo? ¿O también es algo ligado a tu vida y experiencia personal?

De hecho, siempre he sido y sigo siendo una persona muy privada en ese aspecto. Cuando me preguntan sobre mi vida sexual suelo ser muy reservado, pero igual creo que el sexo es una parte muy importante de la existencia humana y que es una fuerza impulsora del mundo. Yo soy una persona muy racional, siempre estoy en mi cabeza, de ahí parto, luego escucho a mi corazón y luego escucho lo que mi pene me tiene que decir.

(Risas).

¿Y cuáles son las reacciones de las personas cuando ven tu trabajo? ¿Cuál es la reacción que quieres provocar?

Muchos se sonrojan, o se ríen, o les da pena. Lo que quiero es presentar estas imágenes sin vergüenza, son sólo imágenes de hombres lindos con bordados lindos. Lo que espero es que la gente pueda ir más allá de los elementos sexuales y sea capaz de ver una imagen bonita que muestre elementos de la masculinidad y de la feminidad también, y no puramente una referencia a lo gay, supongo.

Muchas gracias Scott.

***

Si quieres ver más penes con lana puedes seguir al artista acá. Si quieres seguir a Tania puedes encontrarla en su Twitter.