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"Es como estar ciego y sordo": hablamos con algunos nigerianos desplazados por Boko Haram

La masacre en Baga fue la última en una larga lista de atrocidades de Boko Haram, y la situación para los desplazados sobrevivientes está empeorando.

Alagimodu tiene una fecha grabada en su memoria: agosto 5 del 2014. Ese fue el día en que huyó de su villa. Corriendo entre arbustos y matorrales, abandonó a su esposa e hijo en el camino. "No sé donde están ahora" le dijo a VICE News. "No tengo ninguna comunicación con ellos, no sé nada ".

Llegó a Yola, la capital del estado de Adamawa en el norte de Nigeria, y se refugió en un campo del Gobierno para los desplazados del interior. Actualmente vive de una forma precaria junto a otros 15.000 desplazados, las batallas por la medicina, el detergente, y hasta la comida, parecen un cuento de nunca acabar; sin embargo, este riesgo es mínimo en comparación al peligro de volver a casa.

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Alagimodu es uno de los 1.5 millones de nigerianos que han huido de Boko Haram y de las atrocidades que este grupo terrorista ha cometido en el norte de Nigeria. El reciente ataque al pueblo de Baga y a su base militar dejó cientos, si no son miles, de muertos.

Amnistía Internacional realizó una nueva serie de imágenes satelitales que suministran evidencia visual de la magnitud de la masacre. Tomadas por una compañía privada llamada "Digital Globe", estas imágenes muestran que grandes porciones de Baga fueron arrasadas desde que el grupo islamista tomó el control de la frontera la semana pasada.

Las imágenes muestran el pueblo de Baga y al territorio vecino Doron Baga, en los que se pueden ver 3.700 estructuras perjudicadas o totalmente destruidas, y la vegetación se destaca por su color rojo.

Imagen satelital en Baga. Foto vía Amnistia Internacional.

Las personas que lograron escapar de Baga describieron la escena como un momento lleno de caos, los muertos inundaban las calles. Mucha gente decía que los militantes de Boko Haram estaban escondidos en los árboles rodeando el bosque, esperando para atacar a los que intentaban escapar.

Después de las noticias de la toma de la base militar multinacional y la subsecuente masacre, los dirigentes locales y medios internacionales se pelearon por establecer una cifra final de muertes. El Ministerio de Defensa dijo que 150, mientras que los dirigentes locales dijeron que 2.000 personas habían muerto. Sin embargo, obtener información desde afuera de la región es muy difícil; esto lo resaltó VICE News desde que los reportes de la matanza comenzaron la semana pasada. Meses atrás Boko Haram destruyó las líneas telefónicas y toda infraestructura de comunicación en el área, haciendo imposible saber exactamente cuantas fueron las víctimas.

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La masacre en Baga es la última en una larga lista de atrocidades que ha llevado a cabo Boko Haram, que muchas veces se ha traducido como "la educación occidental es pecado". Mientras que el conflicto se ha intensificado en estos seis meses, la situación humanitaria de los desplazados crece cada vez más.

Boko Haram fue el actor no estatal más mortífero del África en el 2014. El grupo fue el responsable de casi un tercio de todas las muertes civiles en todo el continente africano: 3.428 en total. También se cree que están detrás de una serie de bombas suicidas en pueblos y ciudades del norte de Nigeria; una estrategia que ha dado paso a una atmósfera inestable y agobiante. En África, el 27.1 por ciento de "las muertes relacionadas con violencia remota", muertes por bombas y explosivos, se dio en el norte de Nigeria en el 2014.

Sarah Ndikumana, directora nacional del Comité Internacional de Rescate nigeriano, le dijo a VICE News que las ONG que operan en el noroeste de Nigeria están teniendo un momento difícil al tratar de abarcar todas las necesidades. También explicó la "dispersión" que sucede cuando Boko Haram entra a una villa, los habitantes huyen de una forma frenética abandonando a sus hijos y olvidando que van a su lado.

"Algunos consiguen ollas y un poco de dinero, pero los más afortunados son los que consiguen otra muda de ropa", dijo Ndikumana. "Muchas personas se separan por el pánico en el que huyen. Hay una gran cantidad de niños abandonados y muchos padres que dicen que no pueden encontrar a sus hijos".

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Ndikumana indicó que la distancia que las personas o familias han puesto entre ellos y el peligro depende por completo de sus recursos. "Van tan lejos como pueden y, claramente, los ricos tienen más oportunidades, más familia y amigos para irse más y más lejos. Se fueron a Abuja u otras grandes ciudades y la gente pobre, agricultores y pequeños comerciantes, se fueron tan lejos como pudieron con lo poco que tenían al momento de huir".

"Mucha gente", dijo, "huyó al lugar más seguro y cercano". Ndikumana dice que con los constantes avances de Boko Haram por el territorio, muchos de los que han huido se han visto forzados a seguir huyendo.

Mèdecins Sans Frontières (MSF, en español Médicos sin fronteras) es la única ONG presente en el estado del Borno, y tiene una base en Maiduguri desde agosto del 2014. MSF reportó que unos 5.000 sobrevivientes de la reciente masacre de Baga están refugiados en el campamento "Teache Village". Muchas de las personas que huyeron de Baga todavía están en el bosque, y las autoridades han enviado transporte para traerlas de nuevo.

En Adamawa, lugar de trabajo del Comité de Rescate internacional, hay algunos campos de desplazados, muchos dirigidos por la Agencia de Manejo de Emergencias del Gobierno. Sin embargo, Ndikumana dijo que muchas personas no reciben ayuda en los campos, sino que sobreviven por la "bondad de los extraños". Ella explicó: "En algunos casos es gente que abre sus puertas para que desconocidos duerman ahí. Les prestan sus baños y cocinas, todo para ayudarles a escapar".

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Ella habla de un grupo de aldeanos en cuclillas, durmiendo en iglesias o en escuelas, "donde no hay nada"; el saneamiento es deficiente, la comida ineficiente y la esperanza inexistente.

"Todo el mundo tiene una historia dramática y diferente de cómo huyeron y hasta dónde fueron y con quién estaban, todo ese tipo de cosas", dijo Ndikumana. Agregó: "Todos quieren ir a casa y cuando puedan lo harán".

También habló de la falta de atención internacional debido al "mal tiempo" que rodea esta crisis; todo ocurrió en un momento en el que estaban pasando muchas otros desastres que necesitaban la atención del mundo. Después nos contó una historia sobre un donante de Níger que visitó el norte de Nigeria. "Él dijo que, sin contar el Ébola, esta es la única crisis de emergencia que se vive en el occidente de África, y muy poca gente ha escuchado hablar de ella. Escuchar a un extranjero decir esto significa mucho para mi", dijo. Si uno le pregunta si está de acuerdo con lo que dijo el donante, inmediatamente Ndikumana responde: "Sí. Sí lo estoy".

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El miércoles una mujer nigeriana, que dijo llamarse Peshan Fillia, rompió en llanto mientras hablaba por teléfono con VICE News y contaba que esa misma mañana había visto tres niños morir. "Hay muchos problemas", enfatizó. "Muchos, muchos problemas. No hay esperanza ni comida".

Filia ha estado en un campo en Yola desde principios de enero. "Deberían ver a nuestros niños", dijo mientras comenzaba a llorar de nuevo. "Este lugar es miserable. No hay cuartos, ni baños, no hay nada. Nuestros niños están muriendo. Esto es muy peligroso".

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Filia dijo que huyó por tres días antes de llegar al refugio, con el gran temor de toparse con los violentos, el cólera y demás enfermedades. "Llegué a este lugar por culpa de Boko Haram".

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El presidente Goodluck Jonathan y el Ejército nigeriano son muy criticados por fallar en el acto de defender a los ciudadanos. Jonathan es acusado de minimizar e incluso ignorar la violencia en el noroccidente, solo pensando en ser reelegido en las elecciones del próximo mes. El jueves hizo su primera visita a Maiduguri desde marzo de 2013. El viernes, el parlamento de Chad votó 150 contra 0 para enviar un número indeterminado de tropas a Camerún y Nigeria, en aras de ayudar en la lucha contra Boko Haram.

Mientras tanto, el Ejército nigeriano ha sido acusado de cometer atrocidades por su propia cuenta. Una supuesta carta de Boko Haram, enviada a un funcionario del Gobierno en agosto de 2011, afirmó que la justificación del uso de la violencia por parte del grupo proviene de los abusos a los que fueron sometidos por el Gobierno y el Ejército. El año pasado los militares nigerianos estuvieron empatados con Sudán del Sur para obtener el puesto de la fuerza militar más violenta de África. No se puede olvidar que 600 nigerianos murieron en sus manos.

Los militares nigerianos también han sido acusados de intentar censurar a la prensa. El Ejército nigeriano allanó los centros de distribución de periódicos en junio del año pasado, a raíz de una protesta internacional por el secuestro de las niñas de Chibok. Este acto fue visto como una advertencia por la prensa y fue condenado como censura por miembros de la comunidad internacional. Analistas han dicho que los ciudadanos del norte de Nigeria están atrapados entre dos fuerzas repulsivas; "una plaga en amabas casas", así lo describió un diplomático a VICE News.

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Una de las razones por las que Boko Haram ha ganado tantos territorios en tan poco tiempo, parece ser la falta de desarrollo y oportunidades en el noroccidente africano. Tristemente, todos los daños causados sugieren que este conflicto y el terrorismo podrían persistir. Reflexionando sobre los impactos a largo plazo de las acciones de Boko Haram, Ndikumana dijo que, aunque el grupo islámico pierda potencia, los impactos del conflicto estarán muy lejos de terminar.

"La gente perdió sus cosas. Las villas desaparecieron. Las casas se destruyeron, la gente perdió sus bienes, sus granjas se convirtieron en miseria y tienen que volver a reparar todo para cultivar. Los comerciantes perdieron sus tiendas".

"Acaban de perder sus medios de vida, entonces creo que volver a traer esta gente, que ya no tiene nada, y restablecerla será un gran reto".

Ndikumana añadió: "Necesitamos pensar más allá porque no sabemos qué va a pasar. Nadie puede predecir el futuro y la gente necesita ayuda ahora mismo, desde hace mucho tiempo".

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Alagimodu fue nominado para ser líder del campamento, una responsabilidad que hará que esté a cargo de las necesidades de muchos otros desplazados. Pero no puede ocuparse de su propia familia, de la que no sabe nada todavía. "Me siento ciego y sordo", dijo, "es como si no pudiera ver nada".

Este refugiado cuenta que en los campamentos cientos de personas se reúnen alrededor de un periódico, desesperados por saber qué está sucediendo pero sin ninguna certeza. Alagimodu le dijo a VICE que cree en el Gobierno y su seriedad para ocuparse de este asunto. "Tal vez algunos militantes de Boko Haram fueron capturados por el Ejército nigeriano", él especula. "Tal vez volvamos a nuestras aldeas pronto".

Mientras tanto, dice que los sobrevivientes se apoyan entre sí. "Nos convertimos en hermanos y hermanas, porque estamos luchando contra Boko Haram. No hay diferencias religiosas, étnicas o partidistas, simplemente son los mismos retos. Estamos buscando la paz".

Sigue a Sally Hayden en Twitter: @sallyhayd