Este es el peor restaurante de Marina d'Or según Tripadvisor

La llaman “Ciudad de Vacaciones” pese a no ser exactamente una ciudad y no ser, precisamente, el mejor sitio donde pasar unas vacaciones. Esta gran mentira es la carta de presentación de un complejo turístico que el imaginario popular español coincide en etiquetar de despropósito urbanístico y de meca de lo kitsch. En fin, Marina d’Or es probablemente el sitio más deprimente de España, justo por delante del Valle de los Caídos y de cualquier supermercado Dia.

Es inevitable que después de tal anunciado nos preguntemos cuál es el peor sitio donde comer en el peor sitio de España, la cúspide del horror. Ya sabéis, en VICE siempre estamos buscando los resquicios más deprimentes de todo cuanto existe, con la intención de señalarlos y, lógicamente, evitarlos.

Nuestro amigo TripAdvisor (ese búho amarillo de mirada perturbada) nos ha ayudado en nuestro cometido y ha seleccionado la cafetería Arco Iris como el peor sitio donde tragar comida de Marina d’Or. El usuario “Miguel Angel I” comenta que comer en el Arco Iris es una elección "capaz de estropear un día de vacaciones” mientras que “Wyllijose” espeta que “el camarero que nos atendió intentaba agradar, pero llevaba un polo rosa lleno de manchas”.

La cafetería Arco Iris tiene una puntuación de 1,5 sobre 5, pues la mayoría de opiniones la gratifican con la puntuación mínima, un solo punto. Por lo que parece, este lugar es el palacio de la comida cruda y del servicio lento y desagradable. Parece ser que los grandes hits del local son también un solomillo ibérico que no es ibérico y que escupe una “babilla blanca espumosa” y una ensalada de frutos secos hecha con lechuga y un cóctel variado de frutos secos de esos que venden en los quioscos.

El comentario de esta usuaria que ha decidido utilizar una pirámide y una esfinge como avatar es de los más benevolentes pero me gusta especialmente esa parte en la que comenta que “los camareros discuten entre ellos mientras se pasean sin cumplir ninguna misión”.

Es una frase que engloba perfectamente todo el odio que genera internamente una persona indignada, ese individuo que ve cómo le ignoran por completo cuando ha pagado o pagará por cierta atención.

La palabra “misión” referida a la función que desempeñan ciertas personas dentro de una empresa denota que la tal “Inma B” le rinde culto al trabajo, cosa que los camareros del Arco Iris no hacen.

"Wyllijose" muestra cierta sensibilidad textil a la hora de realizar sus críticas del restaurante Arco Iris, resaltando la camisa negra de “un señor muy amable” y el polo rosa manchado de “el camarero”. El tipo cita ese solomillo letal que parece que apesta y luego dedica una extensión considerable (un 15 por ciento del total) a comentar acerca de los baños, que parecen ser totalmente inútiles.

La experiencia de este tipo en el bar parece que fue terrible: odió el aspecto de los camareros, odió el primer plato (“cigalas secas y malísimas”), el segundo plato (el solomillo apestoso) y el postre (tarta seca y pasada), y encima el baño no tenía ni papel ni agua ni jabón y era “asqueroso”. También critica de refilón la cocina (“que mejor ni mirar”).

Me pregunto qué pasaría si la gente que es tan crítica con estos restaurantes lo fuera también con su propia gramática, quizás el mundo implosionaría. “Noslevante” considera que la ensalada del Arco Iris “consistia en lechuga, tomate y un paquete de mezcladillo de esos que venden en los kioskos” (sic). Luego comenta algo sobre el menú infantil, algo que me deja muy inquieto: “El menu de niños que se compone de dos platos.. no cumple ni los estandares..” (sic). Me pregunto a qué clase de estándares se refiere, y aún me sigo preguntando por qué diablos no se me ha informado a mí de estos estándares. Es lamentable ir por la vida sin conocer los estándares de los menús infantiles. ¿Por qué se me ha ocultado esta información? ¿POR QUÉ?

El retorno del solomillo y su espuma blanca. Me parece muy curioso que “Frangtf” utilice exactamente los mismos términos (“espuma” y “blanca”) para describir el líquido blanco que “Noslevante” utilizó en el comentario que publicó un día antes. De hecho hay cuatro comentarios escritos entre el 9 y el 10 de octubre con consideraciones similares. Sospechoso.

¿Podría tratarse de la misma persona? Es posible, los restaurantes lamentables generan el odio suficiente como para que un cliente decida escribir dos críticas negativas en una plataforma digital, inventándose un nombre de usuario, una localidad de origen y una forma completamente nueva de expresarse en castellano. ¿Merece la pena todo este esfuerzo? Si con ello puedes destruir un negocio y unas personas, sí.

Esa clase de personas que sienten la obligación de contarte su vida. En serio, ¿importa la edad de tu hijo? Esta historia corta relata la terrible experiencia de una familia en un restaurante de Marina d’Or. Al final son benevolentes (“Queremos pensar que tuvimos mala suerte y que fue algo aislado, pero por si acaso no repetiremos”) y uno termina pensando que la gente cree que en Marina d’Or se puede vivir una experiencia agradable, cuando está claro que, una vez allí, el infierno te rodea constantemente. En fin, que este menú es totalmente coherente con el entorno.

“Emilio c” no lanza ninguna novedad (raciones a medio hacer, personal inexperto) pero nos ilumina con una de las grandes frases de la sección de comentarios: “La verdad fue una experiencia mala” (sic). Esa ausencia de la coma (“La verdad, fue una experiencia mala”) dota la construcción sintáctica de un nuevo significado, la verdad como mala experiencia, la sinceridad como trauma.

Si entendemos que en el marco del complejo turístico Marina d’Or todo se sustenta a partir de una gran mentira (una ciudad que no es ciudad; unas vacaciones que se tornan una pesadilla), este crítico gastronómico no duda en espetar que “la verdad es una mala experiencia”, y lo dice indignado, ya que cuando uno visita Marina d’Or espera experimentar la mentira, el simulacro, la patraña; quiere, en definitiva, huir de la realidad. El tenso menú del Arco Iris es demasiado realista como para que los visitantes del complejo lo puedan entender.

La crítica sin puntos de “jmorcal” es muy positiva y destaca un plato del que no se había hablado: los calamares. Hay que destacar que los primeros comentarios son positivos, quizás hechos por personas cercanas a los propietarios del Arco Iris. Ya sabéis, así funcionan las cosas en TripAdvisor.

Si bien la gran mayoría de gente recomienda huir del peor restaurante de Marina d’Or, uno, cuando visita esta población, ya está buscando la decepción. Al fin y al cabo es la plasmación urbanística de la burbuja inmobiliaria, un paisaje de horror que únicamente puede almacenar aún más horror. Y así es como debe ser.