No pasa nada si calientas tu comida en el microondas

Tal vez sea tu tía o tu compañero de cuarto, o la maldita Food Babe, pero todo el mundo conoce a alguien que se niega a comer alimentos que han sido calentados en el microondas bajo la premisa de que se convertirá en un duende espacial radioactivo con cáncer con agujeros en su sistema reproductivo y una incapacidad permanente para absorber nutrientes de cualquier tipo. Para algunos, se ha convertido en una especie de insignia de alimentación saludable: "Yo ni siquiera tengo un microondas".

El debate sobre si el calentamiento de los alimentos con radiación electromagnética tiene perjuicios duraderos en tales alimentos ha prevalecido durante décadas, ya sea porque se cree que de algún modo es cancerígeno o que de plano les quita cualquier valor nutricional. Lo que no se menciona es que el contenido vitamínico se ve comprometido por la mayoría de las formas de cocinar, incluyendo el vapor y la ebullición y los microondas están injustamente, ejem, tomando todo el calor.

La semana pasada, la Sociedad Química Americana (la némesis más acérrima de Food Babe, creeríamos) decidió que habían tenido suficiente de la demonización ciega de todo lo que se considera "no natural" cuando se trata de comida, y dio a conocer un video en YouTube específicamente con el objetivo de desacreditar los temores hacia el microondas. Para aquellos de ustedes que no han estado prestando atención, no hay ningún problema con el microondas.

Lo primero es lo primero, la ACS (por sus siglas en inglés) explica: la radiación no es necesariamente radiactiva, a pesar de la confusión popular que rodea la relación entre los dos términos. Además, la cantidad de radiación a la que estás expuesto, incluso si te presionas dos centímetros o menos contra un horno de microondas durante todo el lapso de su uso en casa, ni siquiera sería suficiente para hacer crecer un sexto dedo –mucho menos si estás a unos cuantos kilómetros de distancia del microondas cuando se utiliza, lo que es mucho más probable. "Nunca ha habido ninguna investigación que demuestre que los hornos de microondas pueden causar daños en la gente a largo plazo, así que ríndanse, amigos", dice el narrador.

El video también argumenta que calentar tu comida en el microondas es una de las mejores maneras de conservar su valor nutricional, en marcado contraste con los rumores populares de que el zapping del brócoli en salsa de queso lo convierte en una papilla inútil. Un estudio no afiliado de 2003 descubrió que, más allá del ácido ascórbico, meter las verduras en el microondas logra que conserven mejor sus nutrientes que si se hierven o se escaldan. Además, si piensas que al freír tu comida le estás haciendo un favor, descártalo también; incluso freírla puede hacer peor daño que aventar las cosas en la vieja caja caliente. Todas las formas de cocinar técnicamente implican radiación, ya que el calor irradia de tu estufa, tu horno, tu parrilla, o de lo que sea.

La ACS también lanzó un segundo video explicando que las verduras congeladas son en realidad tan sanas como sus contrapartes frescas, debido a que se congelan al pico de la madurez (y de este modo al pico de su valor nutricional), así en el proceso sólo experimentan "una ligera pérdida de algunas vitaminas solubles en agua", que es frecuentemente menos importante que la pérdida nutricional a la que se incurre al permitir que tu producto se sobre madure en tu tazón de fruta o en tu refrigerador.

Claro, todo esto podría ser parte de la conspiración global para obligarnos a comer basura que causa cáncer desde la perspectiva de los Illuminati. Pero lo más probable es que sea un intento serio para poner un poco de ciencia real detrás de los temores generalizados que ganan respaldo a pesar de tener poca evidencia detrás

Gente perezosa, regocíjense: sus viajes al microondas están MUY BIEN.