El primer sencillo de Hermanos Menores es un peregrinaje sonoro a las montañas de Los Andes

Hermanos Menores es una banda que está abriendo trocha, casi que literalmente. Es una propuesta que nos invita a vivir exploraciones musicales y viajes mentales que entusiasman a quienes buscamos sorpresas en la escena local. Ya los habíamos incluido en nuestra lista de las 25 bandas por debajo de los 25 años que había que escuchar, pero oficialmente la semana pasada, con el lanzamiento de su primer sencillo "Laguna Grande de la Sierra", el grupo empezó a arrojar los primeros resultados concretos de un proyecto que lleva construyendo desde el 2015.

Con su primer sencillo, el cual hará parte de su primer larga duración Campoamalia, este trío, conformado por Daniel Piedrahita, Alejandro Solano y Sergio Moreno, busca rendirle un homenaje a la alta montaña de Güicán y El Cocuy, y rendirle un tributo al pueblo U'wa, que en general se ubica en la Sierra Nevada del Cocuy, en el pie de monte de la Cordillera Oriental de los Andes, y en las sabanas planas del departamento de Arauca. De entrada la banda plasma su interés por lo rural, reconociendo nuestra posición de "Hermanos Menores", forma como se refieren varios pueblos indígenas a aquellos que tenemos poca sensibilidad con la naturaleza.

El reto de la banda es interesante pues, al ser una propuesta netamente instrumental, es a través del sonido que busca plasmar dicha sensibilidad, no mediante letras explícitas. El resultado, en el caso de este primer sencillo, es el de una sonoridad que se pasea entre lo atmosférico y lo noisero, entre la disonancia y la armonía, entre la calma y la explosión abosluta. Rasgan y golpean sus intrumentos con fuerza, sin perder de vista pequeños detalles que le dan cierta fueza levitativa a su música. Con estos elementos van jugando para contruir un recorrido dentro de la canción: primero suave, lenta, hasta que va subiendo la intensidad, para terminar en un hermoso caos sonoro que se devanece en el tiempo. Y es precisamente en este juego en el que lo convierten a uno en un caminante sonoro.

Lo rural es un imaginario, y una realidad, que atravezó toda la grabación del disco. No solo se trata de la búsqueda de un concepto, sino que todo lo compusieron, tocaron y grabaron en una casa en Subachoque, donde permanecieron más de una semana. Además buena parte de la inspiración viene de los viajes que sus integrantes han realizado por el país.

Daniel Piedrahita, guitarrista de la banda, explica que la idea es ir descubriendo las posibilidades rítmicas en el camino, unas que los saquen de su lugar de confort. Y esto se verá en el álbum, que verá la luz en el segundo semestre de este año y en el encontraremos tempos en las canciones que se asemejan a los de guabinas andinas u otros ritmos que enriquecen las texturas de esta peregrinación desde la ciudad a lo rural.

Por lo pronto les dejamos el primer sencillo, "Laguna Grande de la Sierra".

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