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El arte digital de Alejandro Londoño

Este artista colombiano de 25 años tiene como objetivo reinventar la realidad tal cual la ve un computador.

Convertir una obra de da Vinci, Rembrandt o Goya en ceros y unos, o crear un histograma lumínico en acrílicos superpuestos de colores, que en realidad son extractos de diferentes videos, es la estrategia que usa Alejandro Londoño, de 25 años, artista plástico de la Universidad de los Andes, para re-presentar el arte clásico o tradicional en la era digital: su objetivo es contextualizar el arte desde una visión tecnológica. Más fácil: mostrar, por ejemplo, el código binario que hay en un cuadro de Monet.

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Esta temática virtual, que ha estado presente a lo largo de todas su obras, personifica (tal vez sin sin darse cuenta) el auge de la tecnología y la manera en la que nos relacionamos con los aparatos inteligentes. Con ella, ha creado un camino de experimentos en interfaces digitales que muestran la realidad de otra manera, reinventándola y dándole nuevos significados. Su objetivo no es embellecer la realidad sino reinterpretarla tal cual la ve un computador. Historia Universal de la Pintura y SmallData, dos de sus obras realizadas en momentos distintos, recaen en la misma ideología de cómo se muestra la imagen a través de la pantalla.

Con el fin de entender la relación que hay entre la tecnología y sus obras, nos abrió las puertas de su taller para acercarnos un poco a esa pequeña obsesión que tiene con las interfaces digitales.

Historia Universal de la Pintura , muestra.

VICE: Los códigos y la informática son elementos que se repiten en tus obras. ¿Dirías que estos son tus ejes temáticos?
Alejandro Londoño: Me he dado cuenta de que mis obras tienen en su mayoría un elemento digital. Todos los proyectos que he hecho tienen que ver con la tecnología y con la proliferación de aparatos digitales. Hoy en día, lo digital gobierna todo lo que nos rodea, desde comunicarnos hasta comer. Entonces empecé a darme cuenta de que todo mi universo visual y de conocimiento se refleja a través de mi computador. Así conocemos los países que no hemos visitado, las culturas que no conocíamos: podemos viajar sin siquiera salir de la cama. Pero considero que lo más increíble de todo esto es pensar que lo que conocemos lo hacemos a través de una reducción de los sentidos. No podemos tocar a las personas por el computador, oler la comida o sentir el agua de la lluvia, sólo podemos ver lo que sucede a través de una pantalla.

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De esta forma creo que la era digital es algo que quiero exponer: por un lado mi admiración hacia ella, y por el otro, el miedo que me produce pensar que cada día estamos más inmersos en ella.

¿Por qué te enfocaste en las programaciones digitales?
La gente piensa que el computador y todos los aparatos electrónicos que utilizamos en nuestro día a día hacen parte de una realidad paralela. Sin embargo, si así se tratara, es más bien una realidad escasa, deja mucho que desear, es reticente. Nos acercamos a los computadores y a los celulares de una manera ingenua, les enseñamos lo más profundo de nuestros secretos e intimidades pero nos estamos sumergiendo en una experiencia que más que darnos, nos quita varios aspectos de la realidad. Lo que está detrás de los computadores está codificado y lo que vemos no depende de nosotros. Cada imagen tiene un código y una mediación para que nosotros la podamos ver de cierta manera. Por eso Historia Universal de la Pintura y SmallData son dos obras que necesitan mostrar eso, lo que está detrás de la imagen digitalizada. Con ellas quiero hacer una representación de lo que conocemos como imagen en el mundo real.

Egyptian Dinasty 21 / 1049-945 a.c. Impresión de punto sobre tela.

Dices que vivimos en un mundo cada vez más reticente. ¿Hay una crítica detrás de tus obras informáticas?
Mi trabajo no es crítico. Considero que esta necesidad de mostrar la era de la tecnología en mis obras es casi una obsesión. Si bien le tengo miedo, también la encuentro espectacular. Es un universo que me gusta mucho, pero no considero que sea parte de él tanto como muchas personas. No tengo un celular último modelo, no tengo Facebook… y no es porque no me guste, sino porque hoy en día la tecnología es un semi dios. Ya es demasiado. Tenemos aparatos que logran todo lo que queramos y les entregamos nuestras vidas sin más. El que no tenga un computador en el bolsillo (como un celular) no está en nada.

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Por eso quiero mostrar eso: cómo nuestras vidas han sido mediadas por pantallas e interfaces digitales, mostrar lo que se muestra y lo que no; y al mismo tiempo exponer cómo las cosas se nos hacen visibles. Hoy todo es re-presentación mediada por tecnología.

¿Cuál fue el proceso creativo detrás de Historia Universal de la Pintura?
Esta fue la primera exploración seria que hice sobre el tema tecnológico. Es mi obra más contundente y la que más he llevado al extremo. Cuando iba a presentar la tesis de grado me pregunté sobre lo que había aprendido en la universidad. Estudié Artes en la Universidad de los Andes en Bogotá y me di cuenta de que la constante en mi aprendizaje era mi acercamiento a la Historia del Arte por medio de pantallas, porque ahora es más fácil encontrar una obra en internet que pasarse horas en una biblioteca. Por eso entendí que para sustentar mis trabajos tenía que apropiarme de obras de la Edad Media, del Renacimiento del Naturalismo y el Impresionismo por medio de interfaces digitales. Y eran obras que no había visto en físico. No he viajado nunca a Europa, que es el centro del arte occidental, y no pude tener una experiencia sensorial con ellas. Al verlas en pantallas la experiencia del mirar cambia rotundamente.

El Bosco/1504. Impresión de punto sobre tela. 2014.

Velázquez /1650. Impresión de punto sobre tela. 2014.

Da Vinci /1503-1505. Impresión de punto sobre tela. 2014.

Todo está mediado por datos y códigos informáticos. La obra se basó entonces en visualizar la información digital de obras del arte occidental. Cogí imágenes de pinturas que me gustaban mucho de artistas como Monet, Goya, Picasso, Rembrandt y lo que hice fue sacar su código binario a través de un programa de computador.

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El código binario se compone de dos valores únicamente: de ceros y unos. De esta forma, en cada imagen se crean cadenas interminables de transistores encendidos o de transistores apagados. Estos códigos los sinteticé sobre tela y creé una especie de Historia de la Pintura codificada a través de la interfaz digital.

Joseph Wright /1795. Impresión de punto sobre tela.

La idea también es volver al espectador consciente de que con estos interfaces digitales se le restan muchas experiencias al acto de mirar una obra. No se aprecia de la misma manera, no tenemos los olores ni la textura de los trazos, entonces la experiencia es otra. Es sólo visual.

¿Y tu última obra trata también de representación digital?
La última obra, SmallData, también hace parte de esa obsesión. Quise hacer otro experimento de visualización y representación digital pero ahora utilizando histogramas. Estos consisten en gráficos de barras en los que el eje "X" representa algo y el "Y" otra cosa. Así se ve la relación entre esos dos factores, lo que crea una o varias curvas.

En mi caso, quise tomar ciertas imágenes y videos, desde un transplante de corazón hasta una imagen panorámica del edificio más alto del mundo. Cada imagen o video contiene una información lumínica representada en histogramas de luz en el computador: en el eje X se representan los niveles de color en el sistema de RGB (sistema lumínico de las pantallas), de 0 a 255 niveles de color en rojo, verde y azul; mientras que en el otro eje, el Y, se representan la cantidad de pixeles por cada uno de esos niveles en la imagen.

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Burj Khalifa –SmallData.

A partir de esa idea, quise convertir esos histogramas en esculturas pequeñas de luz. Utilicé acrílico, vinilo adhesivo y luz LED para que se formaran casi paisajes con pequeñas montañas iluminadas cada una de una manera distinta. Y el resultado fue bastante interesante.

¿Cuáles imágenes utilizaste para crear las figuras? ¿Existe una relación entre los histogramas plásticos y la imagen inicial?
Utilicé muchas cosas. Desde videos hasta imágenes que me parecían bonitas o me impactaran de cierta manera. Cada tres líneas de color (rojo, verde, azul) corresponden a un fotograma de un video sobre algún logro importante de la humanidad. Hay esculturas de histogramas que muestran videos a un cuadro por segundo, otras a tres cuadros y otras a ocho.

Por ejemplo la escultura BurjKhalifa parte de una vista panorámica del rascacielos con el mismo nombre, el edificio más alto del mundo. Concorde hace referencia al último vuelo del Concorde en la areolínea British Airwais en 2004. Muybridge hace parte de los experimentos visuales de movimiento realizados en 1878, titulados "Caballos en movimiento", lo que sería el primer video de la historia. Y por último, Transplante de corazón, hace parte del registro de una microcirugía de corazón.

Cada una de las esculturas tiene su referente y así su propia historia. Y lo que quiero mostrar sobre todo es esa manera de presentar de otra manera este tipo de secuencias, ahora sólo hay representación.

Concorde - SmallData.

Trasplante de corazón - SmallData.

Ya varias de tus obras han seguido ese camino digital. ¿Continuarás con ese proceso?
Sí, definitivamente. Quiero seguir con esta línea. De hecho quiero estudiar programación para poder tener más y más sustento en cuanto a este tipo de obras. Quiero experimentar con las mismas temáticas. Algo que me apasiona mucho es precisamente esa necesidad de embellecer las imágenes, tratamiento que para mi gusto no tiene sentido. De esta forma quiero usar la tecnología ahora para descomponer esas imágenes y leerlas de otra manera. El mundo digital convierte la imagen en algo que no es necesariamente estético, sino que la descompone y nos muestra cada uno de esos elementos que la hacen ser lo que realmente es.