Foto modificada vía el usuario de Flickr EROL
En casa éramos de Reyes. No estoy bautizado ni jamás he tenido educación católica, pero éramos de Reyes Magos. Quizás era porque no teníamos chimenea o qué sé yo, pero cada 5 de diciembre me iba a dormir pensando en la maravillosa carta que les escribí, y cada 6 de diciembre me despertaba con una desilusión enorme por culpa de los dichosos regalos educativos.La desdicha que muchos vivimos de una forma u otra. Una madre queriendo inculcar valores utilizando a tres majestades con poderes sobrenaturales del lejano oriente para regalar el ¿ordenador? portátil Vtech Genio 2000 o un puzle 3D de la gran esfinge de Guiza, sin olvidar una buena dosis de carbón con sendas reprimendas encubiertas del tipo: “Qué majos los Reyes Magos. Así te aplicarás y jugarás al mismo tiempo”. Forzabas la sonrisa y hacías el unboxing mientras maldecías a regañadientes a Melchor, Gaspar y Baltasar.
LEE:
No caían ni el castillo de Casper, ni el tigre blanco Megazord de los Power Rangers, ni el maldito Pokémon, ni la cuarta Monster High, ni esa mascota soñada, ni siquiera el Volcanova, que era lo que más se asemejaba a un juego educativo entre tus deseos, pero que solo lo querías porque estabas convencido de que podrías hacer de tu cole la siguiente Pompeya.Como creo que no soy el único, me he acercado en la víspera de los Reyes Magos a un centro comercial para preguntar a varios jóvenes qué juguete nunca les regalaron, y que todavía no han olvidado.VICE: A ver, cuéntame qué no te trajeron los Reyes Magos.
Sergi: Desde bien pequeño quería uno de esos cochecitos eléctricos que se ponían a 2 km/h. Me flipaban.¿Y cuándo te hiciste mayor quisiste un kart o algo así?
Casi. A los 14 quise uno de esos coches que puedes conducir sin carnet. Tampoco tuve suerte.¿Esos de cani?
Sí, sí, quería un coche desde pequeño. Lo bueno fue a los 18 cuando me saqué el carnet. Me regalaron un coche con cara y ojos.VICE: ¿Qué regalo jamás te trajeron los Reyes Magos?
Bruna: La verdad es que me pasó muchas veces. Pero recuerdo que un año pedí la Xbox con el juego ese de baile justo cuando era el auge y me trajeron un perfume y un diario. Ya te puedes imaginar mi desilusión.¿Y cómo reaccionaste?
Pues sonriendo, qué iba a hacer, aunque en mi interior no me lo podía creer. Menos mal que a los dos años me regalaron la Wii y un poco se arregló.Ahora entiendo por qué eres paje.
Sí, exacto.VICE: ¿Algún regalo de Reyes Magos que te frustró en tu infancia?
Marc: Me acuerdo perfectamente: un fusil de pesca.¿Cómo? ¿Algo así como un arpón?
Sí, exactamente eso. Iba mucho a pescar y desde que era muy niño lo quería, pero claro, mis padres considerarían que era muy peligroso, pero yo le echaba la culpa a los Reyes Magos.¿Y nunca te lo trajeron?
Sí. Cuando fui un poco más mayor al fin me regalaron mi fusil de pesca. Era el niño más feliz de todos.VICE: A ver, ¿qué regalo no te trajeron los Reyes de Oriente?
Miriam: Un coche de esos eléctricos que te metías y con el pedal acelerabas. Recuerdo insistir varios años, pero no hubo manera.¿Y ahora quieres sacarte el carnet?
Sí, de hecho, estoy en proceso. Han pasado muchos años y ya me hecho mayor, pero siempre me acordaré del coche eléctrico.¿Se lo echas en cara?
Bueno, más o menos. Le digo que por qué ahora dice que no pasa nada con un coche de verdad, que es más peligroso. Me dice que ahora sí para que le lleve a los sitios. Qué morro.VICE: Todos tenemos ese objeto que nunca nos trajeron los Reyes, ¿verdad?
Alex: Sí, a mí me pasó cuando era bastante niño y me encapriché de un juguete justo el día de antes de Reyes. Íbamos caminando y pasamos por un escaparate. Ahí lo vi, un T-Rex como yo de alto. Enseguida lo añadí a la lista de deseos.¿Cómo acabó la cosa?
Mal. Nunca llegó. Todo lo demás que pedí sí, pero no llegaba a entender cómo los Reyes Magos no pudieron traerme el dinosaurio. Eran capaces de repartir regalos por todo el mundo si habías sido bueno, ¿no?Y cuando te enteraste que los Reyes no existían, ¿esa frustración fue a tus padres?
Entonces comprendí que para ellos era mucho más difícil. Yo me encapriché horas antes de que vinieran “los Reyes”. De vez en cuando sale el tema entre risas. Era un T-Rex genial.VICE: ¿Qué pediste a los Reyes que nunca vino?
Laia: Una guitarra. Nunca me regalaron una guitarra. Siempre estaba cantando y quería aprender a tocarla desde muy pequeña.¿Por qué crees que fue?
No lo sé, quizás mis padres no querían escucharme dar la lata con la guitarra o vete tú a saber. Años más tarde ya se me pasó, pero estuve bastante años pidiéndola.¿Y cómo crees que hubiera sido tu vida con una guitarra?
Igual, pero sabría tocar la guitarra y no tendría el recuerdo frustrado de los Reyes. A ver qué me traen este año.…Aunque seguramente habrán infinidad de regalos jamás entregados, como ese perrete o set de Lego que tanto querías, estas han sido algunas de las historias que nos han marcado desde la infancia. Esta tarde comienza la liturgia de cabalgatas, confeti y abuelas peleándose por caramelos que mucho dará que hablar en esas aulas de primaria a partir del lunes. El rencor hacia los Reyes Magos se está incubando sobre un manto de inocencia. No se nos olvida.
Publicidad
LEE:
No caían ni el castillo de Casper, ni el tigre blanco Megazord de los Power Rangers, ni el maldito Pokémon, ni la cuarta Monster High, ni esa mascota soñada, ni siquiera el Volcanova, que era lo que más se asemejaba a un juego educativo entre tus deseos, pero que solo lo querías porque estabas convencido de que podrías hacer de tu cole la siguiente Pompeya.Como creo que no soy el único, me he acercado en la víspera de los Reyes Magos a un centro comercial para preguntar a varios jóvenes qué juguete nunca les regalaron, y que todavía no han olvidado.
Sergi y el coche "cani"
Sergi: Desde bien pequeño quería uno de esos cochecitos eléctricos que se ponían a 2 km/h. Me flipaban.¿Y cuándo te hiciste mayor quisiste un kart o algo así?
Casi. A los 14 quise uno de esos coches que puedes conducir sin carnet. Tampoco tuve suerte.
Sí, sí, quería un coche desde pequeño. Lo bueno fue a los 18 cuando me saqué el carnet. Me regalaron un coche con cara y ojos.
Bruna y la Xbox con Just Dance
Bruna: La verdad es que me pasó muchas veces. Pero recuerdo que un año pedí la Xbox con el juego ese de baile justo cuando era el auge y me trajeron un perfume y un diario. Ya te puedes imaginar mi desilusión.
Pues sonriendo, qué iba a hacer, aunque en mi interior no me lo podía creer. Menos mal que a los dos años me regalaron la Wii y un poco se arregló.
Publicidad
Sí, exacto.
Marc y el fusil de pesca
Marc: Me acuerdo perfectamente: un fusil de pesca.¿Cómo? ¿Algo así como un arpón?
Sí, exactamente eso. Iba mucho a pescar y desde que era muy niño lo quería, pero claro, mis padres considerarían que era muy peligroso, pero yo le echaba la culpa a los Reyes Magos.¿Y nunca te lo trajeron?
Sí. Cuando fui un poco más mayor al fin me regalaron mi fusil de pesca. Era el niño más feliz de todos.
Miriam y el coche eléctrico
Miriam: Un coche de esos eléctricos que te metías y con el pedal acelerabas. Recuerdo insistir varios años, pero no hubo manera.¿Y ahora quieres sacarte el carnet?
Sí, de hecho, estoy en proceso. Han pasado muchos años y ya me hecho mayor, pero siempre me acordaré del coche eléctrico.
Bueno, más o menos. Le digo que por qué ahora dice que no pasa nada con un coche de verdad, que es más peligroso. Me dice que ahora sí para que le lleve a los sitios. Qué morro.
Alex y el T-Rex de 1,20 m
Alex: Sí, a mí me pasó cuando era bastante niño y me encapriché de un juguete justo el día de antes de Reyes. Íbamos caminando y pasamos por un escaparate. Ahí lo vi, un T-Rex como yo de alto. Enseguida lo añadí a la lista de deseos.
Publicidad
Mal. Nunca llegó. Todo lo demás que pedí sí, pero no llegaba a entender cómo los Reyes Magos no pudieron traerme el dinosaurio. Eran capaces de repartir regalos por todo el mundo si habías sido bueno, ¿no?
Entonces comprendí que para ellos era mucho más difícil. Yo me encapriché horas antes de que vinieran “los Reyes”. De vez en cuando sale el tema entre risas. Era un T-Rex genial.
Laia y la guitarra
Laia: Una guitarra. Nunca me regalaron una guitarra. Siempre estaba cantando y quería aprender a tocarla desde muy pequeña.
No lo sé, quizás mis padres no querían escucharme dar la lata con la guitarra o vete tú a saber. Años más tarde ya se me pasó, pero estuve bastante años pidiéndola.¿Y cómo crees que hubiera sido tu vida con una guitarra?
Igual, pero sabría tocar la guitarra y no tendría el recuerdo frustrado de los Reyes. A ver qué me traen este año.…Aunque seguramente habrán infinidad de regalos jamás entregados, como ese perrete o set de Lego que tanto querías, estas han sido algunas de las historias que nos han marcado desde la infancia. Esta tarde comienza la liturgia de cabalgatas, confeti y abuelas peleándose por caramelos que mucho dará que hablar en esas aulas de primaria a partir del lunes. El rencor hacia los Reyes Magos se está incubando sobre un manto de inocencia. No se nos olvida.