Un periodista y un presunto líder de los Zetas son asesinados en Veracruz

Este artículo fue publicado originalmente en VICE News, nuestra plataforma de noticias.

El ex reportero trabajaba para el gigante mediático Televisa y se disponía a arrancar su propio periódico. Juan Santos Carrera fue una de las seis víctimas ejecutadas por un comando armado la madrugada de este jueves en el estado de Veracruz.

Según las autoridades, el tiroteo sucedió pasada la medianoche del jueves. Entre los seis asesinados se cuentan el periodista Juan Santos Carrera y el presunto líder del cartel de los Zetas en la ciudad de Orizaba, José Márquez Balderas. Así lo informó la oficina del fiscal del estado de Veracruz.

Carrera se encontraba en el interior de un bar llamado La Taberna cuando un grupo de hombres armados irrumpieron en el lugar. El fiscal del estado dijo que el periodista y Márquez estaban "comunicándose" en el momento del ataque. Lo que no ha trascendido es cuál era el vínculo entre el líder de los Zetas y el periodista. Otra información local señala que los pistoleros se les aproximaron, intercambiaron alguna palabra y, acto seguido, dispararon.

Veracruz es el mismo estado del que el periodista Rubén Espinosa huyó hace dos semanas, justo antes de encontrar la muerte junto a otras cuatro mujeres en Ciudad de México.

Santos tenía dos hijos, uno de ellos un bebé, y había trabajado como periodista para el grupo mediático Televisa. La multinacional controla la mayoría de las cadenas televisivas de México y ha sido acusada de estar confabulada con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el partido que lidera el país.

Judith Frías, portavoz de Televisa, explicó que Santos trabajaba como reportero en Veracruz y que a veces compartía contenidos visuales con la empresa. Santos dejó de trabajar para Televisa hace un mes, aunque se ignora por qué motivo se terminó la relación profesional, comentó Frías a VICE News.

Según comentaron dos de sus colegas en la ciudad vecina de Córdoba, Santos se disponía a lanzar un periódico en la ciudad de Orizaba en los próximos días.

"La semana pasada había venido a Córdoba a comprar papel, tenía un futuro prometedor, estaba empezando su empresa", declaró a VICE News una de las colegas de Santos, que pidió permanecer en el anonimato por razones de seguridad.

La periodista también explicó que tanto Santos como otros periodistas habían recibido amenazas de la policía local después de que cubriesen una manifestación en contra de las desapariciones forzosas hace ya algunas semanas. Santos denunció el acoso a las autoridades, pero "tras hacerlo público, las amenazas fueron por vía telefónica", señaló la amiga de Juan.

Ya son quince los periodistas de Veracruz, Javier Espinosa incluido, asesinados bajo el mandato del gobernador Javier Duarte. La situación ya ha desatado el clamor y las denuncias de los activistas a favor de la libertad de prensa y de los observadores de derechos humanos.

El martes, Duarte se reunió con los investigadores del DF en relación con el caso de Espinosa y de la activista Nadia Vera, dos de las víctimas de la masacre del día 31. Ambos habían denunciado haber sido amenazados por Duarte antes de ser asesinados.

Los asesinatos del jueves salpican de nuevo a la controvertida oficina del gobernador.

"¿Sería lo que dijo Duarte? ¿Qué si agitaba un árbol de manzanas caerían algunas podridas?," se preguntó el locutor radiofónico de una cadena AM el jueves por la mañana.

Dos periodistas del periódico de Córdoba El buen tono presenciaron el tiroteo que terminó con la vida de Santos. Luís Domínguez, el editor del periódico, relató a VICE News lo que sus empleados le contaron antes de formular su declaración ante las autoridades.

Los periodistas salieron de trabajar el miércoles justo antes de la medianoche, y mientras se dirigían hacia casa vieron a Santos sentado en el bar junto a otros. Los periodistas entraron en el bar para saludar a Santos. Pocos minutos después un grupo de hombres armados irrumpió en el local disparando contra el aire.

Los periodistas se arrojaron al suelo y vieron el cuerpo de Santos desplomarse después de ser disparado a quemarropa. Los asaltantes dispararon al resto y golpearon a los dos periodistas a los que dejaron atrás al grito de "Tienen suerte".

Los periodistas y el resto de clientes del bar abandonaron la escena y una vez salieron a la calle presenciaron un tiroteo entre los pistoleros y la policía. Dos policías fueron disparados, pero nadie fue arrestado, proclama la declaración del estado de Veracruz y la de los testigos.

"En años recientes se ha estrechado la relación entre la delincuencia organizada y algunos cuerpos del estado", declaró Domínguez. También se acordó de Santos al que describió como a "un buen colega y un amigo cercano".

"Pensamos que por trabajar para Televisa podría estar más protegido y que estas cosas no ocurrirían, pero ya veo que no es así", contó Domínguez a VICE News.

No se trata de la primera vez en que los periodistas de El buen tono son atacados. En la noche del 6 de noviembre de 2011, un grupo de hombres armados entró en las oficinas vacías del periódico y lo incendió. No hubo heridos.

"Incluso los repartidores de nuestro periódico son retenidos por la delincuencia organizada. Los desnudan, los cachetean y les dicen que nos portemos bien o se van a llevar a quién sabe quien", concluye Domínguez.

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