¿Es posible que un celular explote por fuga de gas tras un sismo?

"¡Apaguen sus celulares, hay una fuga de gas!", fue uno de los gritos más escuchados durante el 19S (y días posteriores) en la capital mexicana alrededor o cerca de los edificios colapsados.

En general, quienes estaban cercanos a derrumbes o lugares inundados de olor a gas LP, acataron la orden. Policías, militares y algunos brigadistas advertían que podía producirse una explosión por el uso de estos aparatos. Y aunque hubo quienes aprovecharon el descuido de las autoridades para tomar fotografías y grabar videos, al final la mayoría terminaba obedeciendo.

Pasada la etapa más grave de la contingencia, nos preguntamos, ¿verdaderamente era riesgoso tener los teléfonos encendidos cuando había una concentración considerable de gas en el aire?

Hay quienes aún lo creen a pies juntillas, ya que lo relacionan con la serie de explosiones del teléfono Samsung Galaxy Note 7, en octubre del año pasado. Otros ciudadanos aseguran que lo que verdaderamente había detrás de la petición de apagar celulares era un intento de impedir la toma de fotografías.

Para salir de la duda entrevistamos a un ingeniero civil y a un investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), especialista en temblores.

De acuerdo con Javier Castro, egresado de la Escuela Militar de Ingeniería de Bolivia, la posibilidad de que ocurra una explosión en estas condiciones es "absurdamente mínima". Según dice, para que haya una combustión (el antecedente básico de una explosión) se necesita una chispa, un combustible y algo que favorezca dicha combustión.

En el caso de la escena recurrente después del sismo, el combustible era el gas proveniente de fugas y los celulares, el factor que podía provocar la explosión. Lo que falta es una chispa.

De acuerdo con Mario Ordaz, ingeniero e investigador de la UNAM, especializado en temblores, el celular tiene una carga tan baja que es casi imposible que pudiera generar una chispa. "Es más posible que la energía estática acumulada en el cuerpo de una persona hubiera podido desencadenarla. Y aun así el peligro sigue siendo mínimo."

La cuestión de los celulares Samsung que explotaron en los bolsillos de sus dueños no tiene nada que ver. Se comprobó que lo que les pasó a estos aparatos fue consecuencia de una falla de fábrica en sus baterías, razón por la cual fueron retirados del mercado inmediatamente.

Por tanto, a menos que entre los voluntarios y transeúntes de las zonas de peligro hubiera todavía alguien con este modelo descontinuado, aquello de la alerta por riesgo de explosión es bastante infundado.

No queda claro qué hubo detrás de esta demanda generalizada en tiempos de sismo. Quizá fue sólo por tomar precauciones. Quizá no. Lo único cierto es que después de saber lo que la ciencia tiene que alegar al respecto, podríamos enfrentar mejor este tipo de situaciones, sea cuando sea que vuelvan a ocurrir.

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