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William Vicary, un siquiatra forense que trató a los dos hermanos cuando los detuvieron por cargos de asesinato, me dijo que las primeras veces que vio a Erik, "todo lo que hacía era decirme lo maravillosos que eran sus padres, lo increíble, brillante y exitoso que era su padre y lo tierna y dulce que era su madre". Uno de los policías que participó en el caso también me dijo que durante la investigación, encontraron grabaciones de conversaciones telefónicas entre Lyle y Kitty que duraban hasta tres o cuatro horas. Si toda la gente cercana a Erik y Lyle notaban la relación idílica entre los hermanos y su madre, ¿entonces qué hizo que la mataran?Hay dos teorías sobre por qué algunos hombres matan a sus madres. Sigmund Freud, quien dedicó gran parte de su investigación a saber más sobre la relación entre padres e hijos, afirmaba que un hijo que mata a su madre lo hace para defenderse de impulsos incestuosos, por el contrario, los hombres que matan a sus padres lo hacen para eliminar la competencia y tomar "posesión de su madre". Otros expertos —como Kathleen Heide, profesora de criminología en la Universidad del Sur de Florida, que ha escrito cuatro libros sobre el parricidio—, creen que lo más común es que estos hombres lo hagan para tomar el control. En su libro Understanding Parricide (Entendiendo el parricidio), Heidi insinúa que "los hombres que cometen matricidio con frecuencia dicen que sus madres tienen sentimientos encontrados hacia ellos o son demasiado dominantes. Estos hombres creen que matar a sus madres es una forma de conservar su masculinidad o de protegerse contra las emociones extremas causadas por el comportamiento de sus madres".El siquiatra Fredric Wertham, uno de los primeros doctores que analizaron a profundidad el parricidio, mezcló las dos teorías. En su libro de 1954, La seducción de los inocentes, escribió que "muchos matricidios con uso de fuerza excesiva ocurren en la recámara y por razones triviales. Estos crímenes representan el odio inconsciente del hijo hacia su madre, superpuesto sobre el deseo sexual que tienen hacia ella". La teoría de Wertham tiene un paralelismo siniestro con casos como el de Michael Miller, que fue acusado de violar a su madre, Margarita, después de matarla a golpes, o el de Kevin Davis, un joven de 18 años de edad originario de Texas que confesó haber asfixiado, apuñalado, y golpeado a su madre hasta matarla y haber tenido relaciones sexuales con su cadáver.Casi dos terceras partes de los matricidios son cometidos por hijos adultos (en vez de adolescentes) y, en la mayoría de los casos de matricidio que investigué, los crímenes tenían alguna motivación sexual. En algunos casos, la madre era indiferente hacia el abuso sexual que había sufrido su hijo o ella misma había sido la agresora; en otros casos, la madre había interferido en una relación amorosa o el asesino tenía problemas asociados con la perversión sexual. Los parricidios —que son dos veces más comunes que los matricidios—con frecuencia son producto de una fuerte discusión, de una reacción violenta o de una situación intensa que resultó en un asesinato inesperado. En los casos donde ambos padres fueron asesinados, como en el caso Menendez, los motivos no siempre son claros. Algunos de los posibles motivos eran abuso, celos, peleas, lucha de poder, codicia y narcisismo.Durante su testimonio en el juicio, Erik Menendez lloró, hizo muecas de dolor y sollozó al describir el momento en que vio a su madre gemir a causa de los múltiples disparos por parte suya y de su hermano. Más tarde, el jurado declaró que tanto Erik como Lyle eran culpables de homicidio premeditado y recibieron cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Aunque hay preguntas que nunca tendrán respuesta.Sigue a Alexis Linkletter en Twitter.