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Bruno Pontiroli reinventa el surrealismo con su cuerpo

El mundo de cabeza y una lógica no tan lógica es la propuesta de este artista francés.

Su objetivo es cambiar cómo vemos al mundo y perturbarnos hasta los sueños con una serie de pinturas que representan imágenes familiares para nosotros pero con un giro de 360º que las vuelven en elementos casi incomprensibles. En su universo lleno de personajes fuera de contexto deja expuesta su imaginación, sueños y, en algunos casos, los celos que siente frente a la naturaleza.

Las nubes que nos presenta en sus cuadros sólo tienen la apariencia de bolas de algodón por fuera; para mostrarnos cómo él se las imagina, agrega un elemento extra a la escena para cortarla a la mitad y enseñarnos que por dentro tienen vísceras como si fuera un ser vivo. Lo mismo pasa con los muñecos de nieve de su universo; algunos tienen la función de una matrioshka infinita mientras otros yacen muertos sobre la nieve con el vientre abierto y los intestinos de fuera.

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El cuerpo humano también está representado según la mente de este artista. Con extremidades tan largas que se enrollan a los lados mientras monta caballos, vacas y camellos. Un hombre parado frente a una mesa, desnudo y su estómago rebanado en filetes sobre esta. En lugar de mariposas, hay manos volando en un bosque oscuro alrededor de una mujer que no tiene las suyas.

Cualquiera que vea los cuadros de este artista no puede ser indiferente ante ellos; los puedes amar o los puedes odiar. A partir de listar las razones de porque nos gusta o no su trabajo, el objetivo de Bruno Pontiroli ya fue logrado; con su surrealismo e imaginación ya nos perturbó y marcó por el resto de nuestras vidas.

Para perturbarse más con los cuadros de este artista puedes darte una vuelta por su instagram y su página web.

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