Harrie es un hombre de 63 años originario de Ámsterdam que lleva 20 años celebrando la vida a expensas del gobierno. Desde que quedó incapacitado —una historia sospechosa sobre sus cartílagos— se la pasa vagando por el mundo, especialmente en los trópicos. Por el momento se encuentra en Sihanoukville, Camboya, donde pasa sus días de la forma más tranquila, con arena en los pies y cerveza en lata.Harrie tiene sólo una ocupación útil: cavar en la arena. Cava dos huecos al día para reforzar la terraza de un restaurante a la orilla del mar. Pero únicamente lo hace cuando tiene ganas. El resto del tiempo se la pasa tomando café, cerveza o vodka. A veces sale con una chica. Hace poco se acostó con una turista de 23 años. También tiene 11 hijos y no conoce a cinco de ellos.
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La fotógrafa Sanne Zurné estuvo en Sihanoukville para fotografiar a personas occidentales en la playas de Victory Hill. Victory Hill fue por mucho año el Valhalla de los mochileros pero ahora se convirtió en un destino popular para el turismo sexual y para viejos hippies o alcohólicos que pasan su retiro comprando cervezas de 50 centavos. Sanne conoció a mucha gente extraña interesante de todas partes del mundo y decidió seguir a Harrie por un día.
