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Alejado también de las drogas y de un peligroso núcleo familiar, Fernando hoy posee un pequeño negocio de venta de dulces y semillas que va saliendo adelante y, además, tres días a la semana trabaja en una heladería. "Cuando recién llegué a la casa sí me entraba la ansiedad de volver a drogarme y yo le hablaba a Mercedes y ella me explicaba qué era lo que me estaba pasando y yo ya me sentía más feliz y más contento por tener un apoyo. Siento que ella fue la que me abrió las puertas, que le importo porque sí sales jodido de allí".Según datos de la misma asociación, en México hay casi 5,000 adolescentes privados de su libertad por haber cometido delitos graves, y muchos de ellos salen de prisión como adultos. La labor de Reinserta se centra en ayudarlos en su proceso de reinserción y alejarlos por completo de la reincidencia a través de ofrecer oportunidades que les permitan transformar sus vidas."No es por justificarlos, pero solitos, con sus propias historias de vida, están constantemente delante de situaciones que los van saboteando", destaca Mercedes, al mismo tiempo que señala que estos mismos chicos creen que sus capacidades sólo sirven para delinquir. Pero cuando estas capacidades son reorientadas funcionan de manera propositiva e inciden notablemente en sus vidas.
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Juan estuvo mucho tiempo preso, tanto que cuando salió la internet era algo totalmente nuevo para él. Dentro del CTEA inició sus estudios de preparatoria en línea, pero no sabe por qué dejó de recibir la ayuda hasta que conoció al equipo de Reinserta y pudo seguir con sus estudios con el apoyo de un padrino. Lleva un año en la casa y aunque está a punto de terminar sus estudios todavía le da miedo decir que quiere estudiar informática o diseño gráfico: los golpes que le ha dado la vida lo han enseñado a no pensar en el futuro. "No veo mi futuro fácil, pero ahora tengo más facilidades como por decir la escuela y todo el crecimiento personal. Cuando salí, si no hubiera venido a Reinserta, no sé ahorita en qué andaría… Yo me imaginaba salir y delinquir o… La verdad no sé".En el poco tiempo que llevan trabajando en el proyecto, Reinserta ha logrado trasformar la vida de dos jóvenes de manera real y efectiva. Con su apoyo, las posibilidades de delinquir de estos dos jóvenes son inexistentes. En la Casa a Medio Camino quedan otros tantos chicos y chicas que cada día trabajan para labrarse un nuevo futuro.*Fernando y Juan son nombres ficticios para proteger la identidad de estos dos jóvenes.