Estos son todos los tipos de conversación que tienes cuando estás hasta el huevo

Este artículo apareció originalmente en Thump.

Peor que un acostón de una sola noche, o incluso la cruda, es despertarte con un vacío en el estómago porque sabes que anoche dijiste unas cosas muy estúpidas. Entre todo el alcohol, emoción, drogas y música, las puertas se abren para revelar el archivo de los secretos más extraños, las emociones enterradas y los pésimos chistes que tanto te habías esforzado en esconder.

Personalmente, la verdad nosotros creemos que una plática en estado inconveniente es algo positivo para el alma. El diagnóstico real es que lo que decimos cuando estamos pedos es en realidad lo que sentimos día a día, pero que estamos socialmente restringidos como para revelar cuando estamos sobrios. Es en estas lubricadas horas del amanecer que nacen las amistades, los chistes locales recurrentes y los pechos son liberados de todas esas "cosas" que han estado sobre ellos por tanto tiempo. Habiendo dicho esto, también es el momento cuando la gente inicia peleas utilizando basureros como armas, así que no hay por qué ponernos románticos al respecto.

En un esfuerzo por tener un mejor entendimiento de las "pláticas hasta el huevo", trazar un mapa de sus movimientos y meditar sobre su importancia, a continuación les presentamos una guía comprensiva de cada una de las aburridas, estúpidas, asquerosas, empalagosas, aterradoras y extrañas conversaciones que probablemente tendrás durante este fin de semana.

"Estudio ingeniería".
"Órale, eso está pesado. Pero supongo que eso significa que ya sabes qué quieres hacer después de la universidad, ¿no?"
"Sí, probablemente estudie un posgrado".

La velada comienza en la sala de alguien más, ya sea en la de “Pablo”, el nuevo novio de tu amiga, o en la del amigo de un amigo que vino de visita durante el fin de semana. En algún punto, probablemente entre una cerveza y otra, te encontrarás a ti mismo preguntándole a esa persona desconocida qué hace para ganarse la vida, algo que hasta ese momento pensaban que era algo que sólo las personas sin personalidad hacían. En unas seis horas te toparás ese amigo del amigo o novio en el antro, le darás una palmada suave en la espalda, le preguntarás cómo va la noche, y te alejarás para no verlo nunca jamás.

"¿Hasta qué hora trabajas?"
"Hasta las 4".
"Órale".

Aquí vamos. Ya estás medio jalado, tienes dinero en la cartera porque pasaste al cajero antes, y tu teléfono tiene la pila en 100%. El Uber va sin percances. Pones a tu amigo más platicador/ebrio en el asiento del pasajero y te ríes desde atrás mientras indaga qué tan ocupada ha estado la noche del conductor, hasta qué hora trabaja y si puede o no poner a Beyoncé en el radio.

"…"
"…"
"…qué puto frío hace".

La fila para el club es uno de los círculos menos referenciados en el infierno de Dante. Son veinte minutos de estar de pie, diciendo prácticamente nada, y ocasionalmente preguntándote si puedes salirte para ir al baño sin perder tu lugar. Algunas veces alguien te empuja y escuchas un "WOAH WOAH WOAH " hasta que te das cuenta que quejarte con un extraño no tiene ningún caso porque cualquier persona que es lo suficientemente maleducada como para empujarte en una fila no es el tipo de persona que puede lidiar con un criticismo racional presentado por alguien que apesta a Bacardí Blanco.

"Reconozco tu reloj".
"¿Qué?"
"Este lugar es muy bueno, ¿no?"

Soy la de la humilde opinión de que una noche de copas es mucho mejor sin preocuparte de tratar de quitarte los pantalones. Me interesa más la música, maestrooooo. Aún así, incluso los clubes más cutre pueden albergar el tipo de rostro que rescatan una noche mala. Cuando lo ves, y estás lo suficientemente ebrio, puede que te animes a ir y hablarle. Y a menos de que seas del tipo de persona que no tiene problema en sobrepasar las líneas y los límites, probablemente va a ser muy incómodo. Tip de profesional: siempre pídeles un encendedor, incluso si tú o la otra parte no fuman. Si sí fumas, puedes invitarla afuera y si no, prepárate para una plática de 15 minutos sobre lo asqueroso que es fumar. Si no, algo que funciona es si el objeto de tu afecto usa lentes y le pides que te deje probártelos, y pretendes que estás ciego porque usaste los lentes de alguien más por un momento. Créanme. Funciona.

"Holaaaaaa".
"¿La estás pasando bien?"
"¿Mmmm? Sí, tranqui. ¿Mmmm?"

Pusimos esto en el nivel cinco, pero considéralo más como un nivel extra, ya que puede llegar en cualquier momento. Una llamada telefónica inesperada de tu mamá, alguien que te pregunta por una dirección mientras caminas hacia el club, incluso una vez un paseador de perros trató de platicar conmigo mientras estaba sentado en una banca a las 7 am intentando no vomitar. Son momentos rarísimos —un súbito recordatorio de que no todos en el mundo se sienten como si hubiera un dispensador de chicles bomba en sus cabezas. Las mejores tácticas incluyen: intentar mantener tus ojos abiertos (pero no demasiado), decir lo menos posible (pero tampoco muy poquito) y evitar de afirmar cada tres segundos que no has bebido demasiado.

"¿Hace cuánto nos metimos la tacha?"
"Como hace 20 minutos"
"Ok… no siento nada aún … ¿Hace cuánto nos la comimos?"

Dependiendo de qué tipo de fiesta te guste, éste podría ser el punto en el que comiences a golpear a tus amigos en el hombro y decir "Creo que estoy…" mientras apuntas hacia el techo. Esto ocurrirá unas catorce veces durante los próximos 45 minutos mientras cada uno de ustedes intenta de convencerse de que la media pastilla que se comieron les está pegando. Y si no estás en esa onda, entonces vas a ser la persona que se va a encargar de decirle a todos que no, no hace calor, sí, el agua es gratuita en el bar, y sí, les vas a rolar doce cigarros. Idiota.

"Ven para acá"
"Te extrañaba… te quiero tanto".
"Perdón, ¿te conozco?"

Esto es lo probablemente más cordial que se va a poner la plática, antes de que desciendas al inframundo de los ojos bizcos. Para estas alturas ya estás muy mal, pero afortunadamente sigues disfrutando de la música lo suficiente como para no arriesgarte a decir algo más que unas breves declaraciones respecto a lo grandiosos que piensas que son todos. Incluso a gente que apenas conoces. Puta, hasta si la señora esa que solía darte clases de piano cuando ibas a la primaria estuviera ahí, seguramente la abrazarías y le agradecerías por todo lo que hizo por ti. Nota: a algunas personas les gusta resaltar estas declaraciones con besos en la cabeza.

"¿Te gusta el futbol?"
"Sí".
"Es bueno, ¿no?"

El club ya está a reventar y el mundo real se ha desvanecido. De esto se trata. Quieres un cigarrillo y un poco de tiempo para relajarte de todo lo que está pasando a tu alrededor. Un extraño se te acerca y ambos desesperadamente buscan encontrar un interés común para platicar hasta que no haya nada más que decir. Pero ten cuidado, hay algunos extraños que no entienden su papel dentro de tu noche, y luego intentan agregarte en Facebook, o peor, se te quedan pegados durante toda la noche. ¿Quieres compartir el taxi de regreso? Él vive a media hora de tu casa.

"Tú no sólo eres mi amigo, eres mi hermano, y tengo hermanos de verdad".
"Eres más mi hermano que mi verdadera hermana".
"Estoy tan orgulloso de ti".

Esta es la intensa evolución del nivel 7, una nivel más allá de los 'te quiero' de antes, que se convierten en elogios pesados. Si por suerte no te quedas atrapado con alguno de los extraños del área de fumadores, podrías encontrarte rodeado por tu ser querido más próximo. Si este es el caso, muy probablemente saltarás hacia el grande y aceitoso tanque de la felicitación mutua. Y probablemente llegue un momento en el que vas a tener que quedarte parado, callado, viendo fijamente hacia los tenis de tu amigo, mientras él te toma del cuello como si fuera una llave, para decirte una y otra vez que no hay nada que no haría por ti.

"El socialismo ya no importa".
"Sí importa, pero ya no es tan fácil de categorizar".
"Mi padre viene de la clase trabajadora …"

Un auténtico infierno, esta es la peor conversación que tendrás cada fin de semana del año. ¿Viste los debates? El Partido Verde la caga mucho ¿verdad? A la mierda Peña Nieto. Guarden eso para un concierto de Oscar Chávez.

"¡Él/ella es un/a cabrón/a!"
"Ya sé".
"No, ¡no sabes! ¡A ti no te habla así!"

Esto es un momento matapedas. Si eres un bebé llorón entonces resuélvelo. Salimos para tomar unas Coronas demasiado caras, no para escuchar quejarte toda la noche sobre alguien con quien vas a seguir saliendo, o cogiéndote, sin importar el apoyo que te dé en esta plática. Importante: puedes estar tentado a asignar este nivel a un género en específico, pero los chicos definitivamente también lloran.

"Lo siento, estoy arruinando tu noche, ¿te estoy desesperando?"
"No, está bien, la verdad siempre me puedes contar lo que quieras".
"OK, básicamente…"

La plática profunda e importante se puede poner pesada. Lo mejor es cuidarse de ellas y acabarlas temprano antes de que termines perdiendo dos horas. Estas normalmente empiezan cuando tú y otros dos amigos están tan intoxicados que alguien decide revelar un oscuro secreto familiar, algo que les provoca mucha ansiedad, o (en el mejor de los casos) una confesión respecto a una mascota muerta. Éstas tienen el potencial para ser muy terapéuticas, pero también tienen el potencial de aparecer durante el DJ set que has esperado ver toda la semana.

"¿Tienes agua?"
"¿Estás bien amigo? Te ves raro".
"No, estoy tripeando un poco".

La gente malviajada es una pesadilla. Tengo un amigo que, una vez que pasa un cierto punto, me empieza a observar con una preocupación como si mi rostro se estuviera derritiendo, sólo para decir luego "no te preocupes". Esto ocurre muchas veces cuando te das cuenta de que tu amigo se acaba de comer otra pastilla o algo más fuerte sin decirte, y ahora todos tienen un morral en vez de cabeza. Habiendo dicho eso, cualquiera puede malviajarse, y no tiene que haber alucinógenos para que esto ocurra. Ese podrías ser tú una noche. Un minuto estás feliz escuchand la canción del momento, y al siguiente estás convencido de que hay hormigas por todos lados.

"¿Tienen mayonesa con chipotle?"
"¿Qué puedo comprar con cinco pesos?"
"Perdón, pero ya cerramos".

Siempre me ha sorprendido cómo lo que debería ser la parte más simple de cualquier noche puede convertirse en la más complicada. Lo que debería ser un enunciado tan simple como "una hamburguesa con papas, por favor", se convierte en una odisea interminable de negociación y condimentos; las palabras se derriten y se convierten en un "hola amigo, ¿cómo va la noche? ¿Aún tienes papitas o aros de cebolla?". Tu grupo se disolverá por completo, algunos haciéndose amigo de la gente detrás del mostrador, otros quejándose de que la pequeña porción de papas está muy cara, mientras todos se caen uno por uno, como si los restaurantes son cámaras de gravedad cero.

"Va a ser como un Amazon, pero de cine independiente".
"¿Alguna vez has pensado, no mames, Mike Tyson tiene un papá?"
"Las escaleras fueron hechas por el hombre, pero siempre han existido en un estado paralelo inalcanzable … mira esas escaleras. Hubo una época cuando no estaban ahí, pero el potencial para moverse a ese nivel … hasta ese nivel … siempre ha existido".

Órale. Ya llegaste al nivel 15. Debes estar muy mal. Para este punto cualquier cosa puede pasar. Los temas abarcan desde 'lo sorprendente que es ver a un animal salvaje a los ojos' a 'una idea para una aplicación que tuviste que involucra una interfase de movimiento simulado y texto interactivo'.

¿Concluiste con los 15 niveles? Probablemente es momento de irte a dormir.

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