Mejor conocido como el "Chespíritu", el espíritu de Roberto Gómez Bolaños ha invadido las esquinas de la oficina con su humor revelador, su postura única y su inigualable forma de cantar.Sí. Cantar. Una actividad que nunca se le dio muy bien, pero que hizo sin pena a lo largo de los años y que intensificó durante los últimos de sus días.Abundan ejemplos, algunos malos a secas, luego otros mucho, mucho peores:
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