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Cómo entrarle al cine de Alfred Hitchcock

Comercial y personal, el cineasta hizo películas para todos.
Vista de Instalación. Fotografías e imágenes cortesía de Cineteca Nacional.

Artículo publicado por VICE México.

El 13 de septiembre abrió la exhibición Hitchcock, más allá del suspenso en la Cineteca Nacional. Con ella, una nueva ventana a cómo aproximarse, conocer y explorar el inagotable imaginario visual y narrativo de uno de los directores más importantes del siglo XX.

A diferencia de exhibiciones que pueden ser muy especializadas o buscando apelar al público más conocedor, Hitchcock, más allá del suspenso, curada por el cineasta Pablo Llorca, hace un orgánico movimiento a través de la historia, la narrativa de sus historias, sus astutas técnicas de grabación y sus influencias, donde todos, conocedores o no, pueden disfrutar del recorrido.

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En ánimos de conocer por qué Hitchcock ahora y cuál es su relevancia para cualquiera que tenga interés en el cine, Pablo me dice que, “la relevancia es que 40 años después de haber muerto sigue siendo parte de la conversación del cine. Es un director que, además de seguir apareciendo recurrentemente en cines y televisiones, muchas películas contemporáneas los siguen referenciando constantemente. Es curioso porque fue un director sumamente comercial, de hecho, el más famoso de su época —en las décadas de los 50 y 60—, incluso algo insólito para esos años es que la gente iba a ver sus películas porque eran suyas, no por los actores, que era lo común. Y al mismo tiempo de ser comercial, obviamente también fue un director extremadamente personal”, me cuenta. “Tenía una consciencia de creador, artista, que lo hace íntimamente actual además de que combinó el lenguaje comercial con el lenguaje de vanguardia”. Recorriendo los pasillos de la exhibición se puede palpar notablemente esto, su unión con las revistas de moda como Vogue y su gusto por acercarse a las vanguardias artísticas como el arte pop de Andy Warhol y Roy Lichtenstein.

“Hitchcock tiene dos niveles: el nivel complejo y el superficial, donde el segundo era la razón por la que la gente iba a verlo. No por entrar en matices, sino simplemente en dejarse atrapar por el tobogán que él propone, cosa que se puede ver siempre en sus películas. Hay películas muy complicadas y hay películas ligeras. Por ejemplo, Vértigo es complicada e Intriga Internacional es sencilla, sin embargo, eso no le quita a ninguna de las dos producciones. En Hitchcock siempre hay un nivel visual maravilloso, donde uno puede sentirse atraído, y uno más complejo. No hay que tener miedo, sino al revés, hay que venir relajado para verlo”, me dice entusiasmado el curador, omitiendo que, dada la naturaleza misma del cine del inglés, normalmente el propio Hitchcock se encargará de quitar esa “relajación” y convertirlo en un torbellino de imágenes e ideas que no te dejarán sentarte completamente cómodo.

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Platicando sobre los conceptos que uno debe buscar para aproximarse a Hitchcock, Pablo parece ser más ecuánime, relatando que, al final, el director se consideraba y situaba su esmero más importante en las imágenes que creaba. Recalcando que su logro fue posicionarse como un director comercial y personal que no necesariamente tuviera que sacrificar una por la otra o desvirtuar su estética con el fin de agradar al público masivo. “Básicamente la potencia de las imágenes es algo que tener en mente. Él, Hitchcock como creador de imágenes muy brillantes”, comentó.

La contemporaneidad de Hitchcock es una parte vital de comprender su trabajo, aliado también de la temática que, como dice Pablo, puede llegar a ser muy constante o repetitiva en su obra. “En primer orden, el tema era una excusa: lo que él quería crear eran montañas rusas de emoción, atrapar la vanguardia del cine no narrativo, por un lado, con momentos fijos muy establecidos. Y el tema usarlo como un escape para comunicar la imagen con la audiencia. En cuanto a género, depende de la película, pero algo muy notable son intrigas policiacas, por ejemplo, la relación entre hombre y mujer y, por supuesto, los aspectos psicológicos del hombre”, comenta. Si bien se puede identificar a Hitchcock a partir de estas temáticas, de igual manera, se puede notar progresivamente el aspecto íntimo y personal, que habla de un hombre de carne y hueso detrás de sus obras “Vértigo, es una película sumamente autobiográfica, por ejemplo, también Los pájaros. En la primera, digamos que se puede ver cómo tenía una doble relación con las mujeres: de atracción, pero también de rechazo. Hay una mujer idealizada que es completamente inalcanzable y cuando ésta responde deja de ser objeto de interés”, según me comenta Pablo este aspecto es íntimo al director debido a que en Vértigo, finalmente, existe un puente entre el hombre que era y el hombre que potencialmente podía ser pero nunca fue. Es decir, su relación con las mujeres, debido a su estricta monogamia con su mujer por 60 años, terminó por ser distante y misógina en ocasiones.

Para todos aquéllos que les interesa conocer a Hitchcock pero no podría saber por dónde comenzar, le pedí a Pablo que nombrara cuatro películas esenciales para conocerlo y, también, disfrutar de su cine al máximo: “Vértigo, Los pájaros, Intriga Internacional y La ventana indiscreta”.

Conferencias y proyecciones en la Cineteca Nacional.

Si quieres conocer más acerca de la vida y obra de Alfred Hitchcock, a partir del 13 de septiembre, al 13 de enero, se presentarán más de 200 piezas referentes al autor en la Cineteca Nacional en la exposición “Hitchcock, más allá del suspenso”. A su vez, se presentarán 35 películas de su etapa sonora, con cursos y charlas paralelas.