A veces, cuando estoy en un trancón, miro a la persona del carro de al lado, un completo extraño, y trato de adivinar hacia dónde se dirige. Me pregunto cosas como: "¿Cuáles serán sus planes para este fin de semana" o "¿Qué habrá desayunado hoy?". Pues este es el tipo de preguntas que el noruego Ole Marius Joergensen quiere que se hagan quienes vean su serie de fotografías cinematográficas Behind the Curtains.
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Es evidente que los sujetos de las fotos de Joergensen no son conscientes de que están siendo fotografiados. Los captura inadvertidos, a través de las ventanas, mientras están haciendo algo. Entre más los observamos, más interpretamos. Pero, ¿estas conclusiones son verdad o, más bien, proyecciones? Cada imagen es tomada desde la perspectiva de alguien que mira desde afuera; el espectador en su frágil estado de vigilancia. En efecto, uno siente que está invadiendo espacios privados; y, de nuevo, quizá ese es el secreto de su encanto. Cada pequeño pedazo de información genera una pregunta nueva, nos recuerda la capacidad que tiene la imagen para contar tantas historias como plantear preguntas sin respuesta.
Stormy Night (Noche de tormenta).
Joergensen escribe: "A los noruegos les gusta su privacidad y, sin embargo, la curiosidad de algunas personas puede ser obsesiva…". Este tipo de fervor ha sido objeto de diferentes programas de televisión y películas, incluyendo Disturbia y su predecesora Rear Window, y penetró Behind de Curtains.
Peeping Tom (Tom distraído).
The letter (La carta).
Se suele pensar que el voyerismo es un fetiche sexual raro, exclusivo de pervertidos y ancianos solitarios. Pero creo que la mayoría de nosotros ha experimentado algún tipo de impulso por observar personas, y esto hace que Behind the Curtain sea una pieza con la que nos identificamos fácilmente y podemos reflexionar sobre nosotros mismos.
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