FYI.

This story is over 5 years old.

Creators

La cuenta de Instagram que viola la regla de "no tocar las obras de arte"

TouchingTheArt solo hace lo que promete: tocar obras de arte, publicar fotos de las manos que las tocan y, de paso, cagarse en una de las reglas sagradas del arte: NO TOCAR.
Foto: Touching The Art.

Artículo publicado por VICE Colombia.


El arte: esa cosa que apreciamos —por lo general—, que no tienen ninguna función utilitaria —¿o a veces sí?— y cuya definición sigue suscitando diatribas eternas. Siglos de humanos haciendo arte no han sido suficientes —y probablemente nunca lo sean— para lograr grandes consensos. Pero hay un gran consenso sobre el que muy pocos —o más bien nadie (o bueno, depende de con quien sea la conversación)— muy pocos se atreven a discutirlo: EL ARTE NO SE TOCA.

Publicidad

Así sea en el MoMA o en un ínfimo museo de pueblo, esa es tal vez la única regla que se repite, lo único en común: EL ARTE NO SE TOCA.

Da igual si el que mira “el arte” es un adolescente daltónico o un universitario que hace su tesis sobre el papel de la memoria en la obra de Gerhard Richter o una mujer de edad mediana que lleva la contaduría de una empresa de software, todos saben lo mismo: EL ARTE NO SE TOCA.

Es precisamente ese paradigma el que sistemáticamente viola TouchingTheArt, una cuenta de Instagram que hace lo que promete: publicar cientos de fotos de manos extendidas que se separan de los cuerpos a los que van pegadas para posarse sobre Arte. Puede ser un tímido y pulcro dedo que reposa sobre una superficie, como apenas señalando; puede ser una palma entera y sus cinco dedos reposados con desfachatez sobre el objeto fotografiado; o puede ser un puño que agarra y aprieta con libertad y contundencia. No importa cómo sea, el punto es tocar el arte.

Descripción en el sitio web de Touching The Art.

La dinámica es sencilla: Touching The Art, que también es un sitio web, publica cualquier foto que cualquier persona en el mundo le envíe de una mano tocando una obra de arte. El único requisito es adjuntar el nombre del artista y el lugar en el que está la obra. Con ese sistema han sido manoseados todos los artistas y todas las épocas: Kandinsky, Botticelli, Damien Hirst, Monet, Los Carpinteros, Tony Smith, Picasso, Jeff Koons, Nam June Paik y hasta Omar Rayo.

El resultado es una obra colaborativa y anónima que solo le da el crédito a los artistas y a su labor de haber creado un objeto que ante todo es táctil. De paso, las fotos en ocasiones dan ideas de las características de las obras que son difíciles de apreciar a distancia y terminan suscitando conversaciones —breves pero ahí están— sobre sus materiales, por ejemplo. ¿De qué otra forma, si no es tocando, se puede saber que una obra se siente como la cola de un bebé?

La genialidad de TouchingTheArt no está sólo en cachetear una de las reglas más estables del mundo del arte, sino además en demostrar con el gesto más sencillo y humano que el arte es ante todo un objeto que existe para interactuar y que, en ese sentido, lo más natural es alargar la mano y tocar.